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El inesperado canibalismo de la araña joro: la invasora que desconcierta a los científicos en Estados Unidos

Un hallazgo sorprendente sacudió a la comunidad científica: hembras de la araña joro, especie invasora asiática, fueron vistas devorándose entre sí en Estados Unidos. Este comportamiento, jamás registrado antes, abre un nuevo debate sobre su impacto ecológico y cuestiona la visión previa de estos arácnidos como tímidos e inofensivos

La araña joro se hizo famosa en Estados Unidos por su tamaño, su llamativa telaraña dorada y su rápida expansión como especie invasora. Hasta ahora, había sido descrita como un arácnido dócil, incluso demasiado tímido. Sin embargo, un nuevo estudio ha revelado episodios de canibalismo entre hembras, un comportamiento inesperado que despierta inquietudes sobre su papel en los ecosistemas y obliga a reconsiderar las dinámicas que esta especie genera en su entorno.

De tímida a letal: un cambio de perspectiva

Durante años, la joro (Trichonephila clavata), originaria de Asia, fue considerada una araña tranquila que permanecía inmóvil incluso frente a amenazas menores. Su llegada a Georgia en 2014 desató reacciones encontradas, pero los expertos insistieron en que no suponía peligro para humanos ni mascotas. Sin embargo, experimentos recientes han mostrado que, bajo ciertas condiciones, las hembras pueden enfrentarse de forma agresiva, llegando incluso al canibalismo.

Experimentos entre laboratorio y campo

En estudios controlados, hembras enfrentadas en recipientes plásticos pelearon en el 40% de los casos, llegando a arrancarse patas o devorarse tras la derrota. Cuando las diferencias de tamaño eran notables, la agresión descendía al 18%. No obstante, al trasladar los ensayos a telarañas en campo abierto, la violencia casi desapareció, lo que indica que el entorno natural y las señales químicas de la seda reducen los conflictos.

Impacto ecológico incierto

El papel de la araña joro en los ecosistemas del este de Estados Unidos continúa en debate. Algunos censos registran un descenso de especies nativas frente a su avance, mientras que otros estudios no encuentran cambios significativos en la biodiversidad. Su dieta es variada: puede cazar plagas invasoras como la mosca lanterna manchada, pero también competir con tejedoras locales. Además, aves como los cardenales parecen haberse adaptado a consumirla, integrándola en la red trófica.

Una invasora que obliga a replantearse teorías

El hallazgo del canibalismo entre hembras de la joro obliga a revisar la percepción de esta especie como pasiva. Su comportamiento, al parecer condicionado por factores ambientales, plantea preguntas sobre su verdadera capacidad de expansión y el modo en que altera los ecosistemas. Lo que para algunos es una amenaza, para otros podría representar una oportunidad de control biológico frente a plagas. Lo cierto es que la araña joro sigue desafiando todas las expectativas.

Fuente: Infobae

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