Gerardo Torres Valdés

Los avances tecnológicos y científicos son fundamentales para el desarrollo de una nación.

De acuerdo con el Índice Mundial de Innovación (2022), organizado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), México ocupó el lugar 58 de 132.

Es el tercer país con mayor innovación de América Latina, solo está detrás de Chile (50) y Brasil (54), sin embargo, seguimos rezagados respecto a los países desarrollados.

En el índice se midieron varios indicadores, México salió rankeado en varios de ellos en los últimos lugares; la creación de negocios es muy difícil en nuestro país, ocupamos el lugar 120 en implementación de políticas públicas que fomenten un clima de negocios sano para la apertura de empresas, además, somos un país con un nulo estado de derecho, nos encontramos en la posición 104.

Se sabe que un país es innovador por el número de patentes registradas.

En 2019 se registraron en México 15,941 patentes, pero la mayoría de ellas son de extranjeros. Mientras el gobierno federal no invierta en ciencia y tecnología difícilmente podremos ser un país innovador, apenas se invierte el 0.38% del PIB en este rubro.

Es necesario que el Estado mexicano invierta, al menos, el 1% del PIB en ciencia y tecnología para que de esta manera se invierta más en investigación y desarrollo, como consecuencia de ello se incrementará la cantidad de patentes registradas por mexicanos en nuestro país.

México se encuentra en una coyuntura económica importante: el nearshoring.

De que no sirve como país que este fenómeno se presente si nuestros gobiernos no fomentan la innovación, la cual es fundamental para que nuestros productos, insumos y servicios locales tengan un valor agregado que ofrecer a las empresas nacionales y extranjeras.

México no debe ponerse como único objetivo el ser un país receptor de inversión extranjera, hay que impulsar las cadenas de valor locales a fin de que estén preparadas y tengan algo que ofrecer al inversionista nacional y extranjero.

Fuente: milenio.com