Los murciélagos son esenciales en los ecosistemas y son perseguidos: Livia León Paniagua
“Los murciélagos no son los culpables del COVID-19. El COVID se desarrolló por el maltrato generado por los humanos, al tener a estos animales en condiciones insalubres, en los sitios de venta de fauna silvestre”
“Los murciélagos se encuentran entre los mamíferos más incomprendidos y perseguidos del planeta. Se trata de los últimos mamíferos voladores, que tienen la capacidad de ecolocalizar y cumplen con una gran variedad de papeles ecológicos en sus hábitats”, detalló la bióloga mexica Livia León Paniagua, al impartir la conferencia Evolución y conservación de los murciélagos, realizada en el Aula Mayor de El Colegio Nacional, el 14 de junio.
La investigadora de la Facultad de Ciencias de la UNAM recordó que los murciélagos son animales inteligentes y pueden llegar a vivir más de 25 años. Es una especie que tiene placenta y glándulas mamarias y, sobre su origen y evolución, se han clasificado en dos grandes grupos, de acuerdo con la capacidad de ecolocación o emisión de sonidos: los megaquirópteros (zorros voladores), que no poseen esta característica; y los microquirópteros (el resto de los murciélagos), que sí cuentan con ella.
“Hace 55 millones de años los murciélagos no usaban ultrasonidos para volar. La especie adquirió primero la capacidad de volar y luego la ecolocalización o facultad de orientarse mediante ondas sonoras de alta frecuencia”, explicó la experta en la sesión que formó parte del ciclo Los viernes de la evolución, coordinado por el colegiado Antonio Lazcano Araujo.
Agregó que los datos fósiles, moleculares y morfológicos llevan a los científicos a pensar que la hipótesis es que existen dos tipos de murciélagos: uno llamado Yangochiroptera, y otro conocido como Yinpterochiroptera. “Los zorros voladores, los murciélagos de herradura y los Yangochiroptera desarrollaron sus capacidades de vuelo y de ecolocación de manera independiente, pero todos ellos comparten un ancestro común.
La propuesta es que este ancestro debió a haber tenido un excelente oído, membranas interdigitales y membranas que unía patas traseras con patas delanteras, además de alimentarse de insectos”.
En realidad, los murciélagos son parientes más cercanos de carnívoros, cetáceos, bóvidos y cérvidos, que de roedores. Existen mil 423 especies y 21 familias de murciélagos en el mundo, de los cuales México cuenta con ocho familias y 151 especies. “No hay murciélagos en la Antártida y en los polos, porque estos animales no pueden soportar zonas de hielo. Fuera de eso, casi en todo el mundo existen murciélagos, incluso en islas remotas”.
En palabras de la especialista, la variedad de estos mamíferos es muy amplia, va desde los murciélagos gigantes de oro coronado o zorros voladores, que pesan 1.5 kilógramos y miden 1.5 metros de largo, hasta los murciélagos nariz de cerdo o abejorro que pesa menos de 2.8 gramos y mide 3.75 centímetros de largo.
Al responder a la pregunta ¿Qué es la ecolocación?, la doctora León Paniagua explicó que se trata de un método de percepción sensorial con el que los murciélagos se orientan en sus ambientes, detectan obstáculos, se comunican entre sí y encuentran comida.
Sin embargo, no todos vuelan para buscar su alimento y no todos viven en cuevas, algunos como los “zorros voladores”, habitan en las ramas de los árboles, en los tejados de las casas, en los huecos en construcciones o en hojas de árboles.
Duermen de cabeza, porque utilizan la caída al soltarse de las ramas para impulsarse y tomar el vuelo y, además, cuentan con garras en forma de gancho y válvulas venosas que impide que la sangre viaje a la cabeza.
¿Qué comen los murciélagos? De acuerdo con la ponente, algunos son frugívoros y dispersan semillas. “En las selvas, regeneran la vegetación gracias a esta característica. En un ecosistema donde hay murciélagos que comen frutas, es más fácil promover la reproducción de las poblaciones de plantas, porque el mecanismo de dispersión de semillas resulta mucho más eficaz”.
Detalló que estudios en la Selva Lacandona, indican que los murciélagos dispersan hasta cinco veces más semillas que los pájaros; lo que significa que son esenciales en la regeneración de la selva.
Existen también otros murciélagos que son nectarívoros, cuentan con un hocico alargado, lenguas largas y proyectables cubiertas de finas cerdas. Éstos son importantes polinizadores. “Colaboran en ciclos económicos”; se alimentan del polen, de una gran variedad de plantas útiles al hombre y contribuyen a la dispersión de semillas de las plantas.
“Son organismos esenciales en los ecosistemas. Muchas plantas dependen de ellos para dispersar sus semillas y polinizarse. Sin los murciélagos, no existirían ciertas frutas como los plátanos, ni el agave con el que se fabrican el tequila y el mezcal”.
Sumado a lo anterior, estos mamíferos son controladores de plagas naturales gracias a que algunos consumen insectos como los mosquitos. Además, son recolectores de follaje. Estudios recientes demostraron que los murciélagos insectívoros son depredadores importantes para que las plantas crezcan sin problemas de insectos herbívoros.
“Tres cuartas partes de los murciélagos se alimentan de insectos, lo que representa un beneficio para el sector agrícola, puesto que muchos controlan plagas en los cultivos”.
Según algunas investigaciones, cada millón de murciélagos destruye unas diez toneladas de insectos cada noche. “Sin ellos, los insectos se comerían cosechas enteras de maíz, algodón, frijol o chile. La conservación de murciélagos en México tiene un valor económico del control de plagas agrícolas que equivale a 700 mil dólares (541 mil euros) por cada cien kilómetros cuadrados de cultivo de algodón”.
Por otra parte, se encuentran los murciélagos carnívoros, que poseen cuerpo grande, ancha envergadura y dentadura bien diferenciada. “En México tenemos una especie muy grande llamada Vampyrus spectrum que come aves, otros murciélagos y vertebrados, pero hay uno que sólo come ranas, se llama Trachops cirrhosus, y otro que come peces”.
“En el mundo, sólo existen tres especies que necesitan alimentarse de sangre y todos viven en México. Los que comen sangre son y prefieren sangre de aves de corral. Tienen dientes proyectados hacia afuera, muy filosos, bien desarrollados y una saliva anticoagulante. Pero hacen cosas buenas, por ejemplo, el fármaco anticoagulante derivado de la saliva de los murciélagos vampiros ha mostrado resultados prometedores en pruebas en pacientes con infartos cerebrales de fase intermedia”, subrayó la experta en mamíferos. Puntualizó que la propiedad anticoagulante es tan importante para los murciélagos como prometedora para los humanos.
Señaló que los murciélagos también se enferman y más de siete millones han sido arrasados por una rara enfermedad conocida como el síndrome de la nariz blanca. “La pérdida del hábitat, los disturbios humanos en los sitios de hibernación, el incremento de la urbanización y las epidemias, colocan a los murciélagos en peligro inminente”.
“Los murciélagos no son los culpables del COVID-19. El COVID se desarrolló por el maltrato que tuvimos los humanos al tener a estos animales en condiciones insalubres, en los lugares donde se vende la fauna silvestre. La culpa fue de los humanos, por llevar fauna silvestre en condiciones inadecuadas”.
Livia León Paniagua enfatizó que el principal riesgo para los murciélagos es la ignorancia, la falta de conocimiento del público, que tristemente genera un miedo y un odio completamente irracional a estos animales”.
Fuente: El Colegio Nacional