‘Entre más diversidad de cerebros, mejores resultados en la ciencia’: Julieta Fierro, una luciérnaga en la ciencia mexicana

En entrevista, relata sobre cómo recibió la noticia de que una especie de luciérnaga lleva su nombre y la importancia de integrar más mujeres en carreras STEM

A Julieta Fierro le gusta hablar sobre ciencia. Le gusta analizar los avances del proyecto Artemis y la presencia de mujeres astronautas en la Luna. Le encanta hablar del Sol, de su evolución y su formación y los fenómenos astronómicos le fascinan.

Julieta Norma Fierro Gossman es científica, física y divulgadora mexicana con especialidad en astronomía y la ciencia llegó a su vida a través de los libros.

Cuenta que en su casa había libros con imágenes muy lindas del universo y de la ciencia en general. “Eso me emocionó muchísimo. Que yo recuerde y tengo memoria, siempre hojeaba los libros de la casa”, cuenta en entrevista para Animal MX.

Nacida en la Ciudad de México el 24 de febrero de 1948, ha dedicado su vida a contagiar a quien se deje el gusto y la sorpresa que le provoca la ciencia.

Uno de sus temas favoritos, y del que le gusta hablar siempre que tiene oportunidad, es del mismo universo: de su origen y evolución.

Eso sí, tiene los pies bien plantados en la Tierra y tampoco pierde la ocasión de hablar sobre la naturaleza y, en su propia casa, tiene una gran variedad de plantas que riega y cuida con paciencia. Incluso, un pequeño santuario de orquídeas vigila la entrada y salida del Sol frente a la ventana.

Julieta Fierro: una luciérnaga científica

El nombre de la investigadora se encuentra en laboratorios, bibliotecas, planetarios y sociedades astronómicas y, desde este año, también en la naturaleza.

El 5 de junio pasado la comunidad universitaria de la UNAM anunció que junto con investigadores de la FES Zaragoza y del Instituto de Ecología, otorgaron a Julieta Fierro el honor de nombrar a una especie de luciérnaga como Pyropyga julietafierroae, ya que habita en los alrededores del Instituto de Biología.

“Es muy bonito porque en astronomía sólo se pueden dar nombres de personas si ya fallecieron, si son líderes políticos. Pero para un astrónomo que algo de la naturaleza se llame como uno es un privilegio inmenso (…) Cada premio o cada reconocimiento es una acción simbólica, pero siempre es muy emocionante y muy bonito”, cuenta emocionada.

La brecha de género en la ciencia

Inspirar a las nuevas generaciones de científicas también la motiva.

La admiración por la científica también se refleja en las inscripciones de la comunidad universitaria. “Katita, una de las directoras de la Facultad de Ciencias, me dijo: «Mira, la gran parte de los chicos se inscriben a la carrera de físico porque quieren ser como tú y ya que están en la facultad descubren que hay otros mundos». Tantísimas disciplinas científicas y pues que sea por inspiración eso me da mucho gusto”, añade.

En México, la brecha de género para ejercer alguna carrera dedicada a las ciencias aún es amplia.

El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), muestra que en los últimos 10 años, todos los estados, excepto Tabasco redujeron la brecha de género en la matrícula de carreras relacionadas a las STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).

Según el IMCO, en 2022 solo tres de cada 10 profesionistas en STEM eran mujeres. Para ese mismo año encontraron que en México se registraron 494 mil 753 mujeres y 996 mil 519 hombres que estudian algún programa STEM a nivel nacional.

Sin embargo, aunque en la última década la cifra de mujeres aumentó en cuatro puntos porcentuales, el ritmo de crecimiento en la matrícula ha sido insuficiente.

Si la tendencia continúa igual, “México tardaría 37 años para que el número de mujeres que estudian estas carreras sea similar al que mantienen los hombres hoy”, advierten los expertos.

Ante esto, Julieta Fierro señala que para que las mujeres que deciden profesionalizarse dentro de las ciencias es importante contar con apoyo integral que les permita desarrollar una carrera como investigadoras y, quienes así lo desean, formar una familia o cuidar su vida personal.

“Creo que hay muchos problemas que sufrimos las mujeres y no se han atendido. Las mujeres queremos tener hijos cuando somos jóvenes, no nos podemos esperar a los 50 años, y también queremos hacer posgrados cuando somos jóvenes, empezar a hacer investigación cuando somos jóvenes. Así es que, la única manera para que más mujeres se incorporen al mundo de la ciencia es tomar medidas para que ellas estén a gusto”, añade.

Lo que propone Julieta Fierro

  • Extender las becas para que durante, poco después de haber tenido al bebé puedan pasar una temporada con él, habituarse para generar un buen vínculo entre la madre y el hijo.
  • Contar con guarderías en los centros de investigación o de trabajo.
  • También sería bueno que se les de un apoyo para tener una nana o una trabajadora del hogar.
  • Aprender a pedir ayuda. Este llamado lo hace especialmente a las mujeres científicas.

Fierro Gossman explica que aunque las mujeres pueden contar con el apoyo de la familia, para que realmente puedan incorporarse a la ciencia necesitan tomar en cuenta su realidad y apoyarlas.

Mayor diversidad en la ciencia

El IMCO señala que una mayor participación de las mujeres en el sector STEM no solo tendría beneficios para ellas, sino que también elevaría la competitividad de las industrias y de los estados al incorporar una mayor diversidad de perspectivas para el desarrollo de la innovación.

Julieta Fierro propone algo similar. Explica que los grandes avances y los grandes proyectos de la humanidad contemporáneos se han compuesto con grupos de personas diversos, es decir, “multigéneros, porque cada cerebro piensa diferente, así es que entre más diversidad de cerebros trabajando juntos es más fácil tener buenos resultados”, añade.

Fuente: animalpolitico.com