Chagas, una enfermedad olvidada que afecta a más de un millón de mexicanos

De acuerdo con el médico Adolfo Martínez Palomo, entre las razones por las que Chagas debe considerarse enfermedad importante es porque la infección se encuentra en poblaciones pobres, en viviendas rurales

Existen diez razones por las que se le debe considerar a Chagas como una enfermedad importante, una de ellas es que es la principal infección parasitaria endémica en el continente americano, expuso Adolfo Martínez Palomo, miembro de El Colegio Nacional, al participar en la mesa Chagas, la gran incógnita, como parte del ciclo Las enfermedades olvidadas, coordinado por el colegiado.

En la sesión, transmitida en vivo el 13 de octubre por las plataformas digitales de la dependencia, participaron la cardióloga María del Carmen Lacy Niebla, autora del artículo Charles Darwin. El enigma de sus malestares. ¿Acaso sufrió la enfermedad de Chagas?, y el bioquímico Jaime Ortega López, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional.

Este padecimiento debe su nombre al investigador brasileño Carlos Chagas, quien, en palabras del colegiado, merecía tres Premios Nobel, porque fue el único caso en la historia de la medicina que mostró el agente que produce la enfermedad, describió el transmisor y también el desarrollo del padecimiento. Explicó que el Chagas está prácticamente en todo el continente, incluso en Estados Unidos, no sólo en los países más pobres.

Entre las razones por la que Chagas es prioritarias, el científico mexicano comentó que existen siete millones de afectados en 21 países, se calcula que hay 30 mil casos nuevos al año y 2 mil muertes anuales; el tercer motivo es que la infección se ha diseminado fuera de América por la migración; el cuarto se refiere a que la infección produce alteraciones cardíacas, digestivas o neurológicas severas, aunque es curable si se detecta y se trata a tiempo; y el quinto es porque la infección se encuentra en poblaciones pobres, en viviendas rurales.

A estas razones se suman que el control de vector requiere educación y participación de la comunidad; que la enfermedad puede contagiarse por transfusión sanguínea o trasplantes; el control del padecimiento requiere esfuerzos renovados de investigación nacionales e internacionales; que todavía no hay una vacuna contra el Chagas y en México se tienen registrados más de un millón de casos, sobre todo, en Yucatán, Oaxaca e Hidalgo y puede llegar a seis millones.

Al referirse a la transformación del Programa de Prevención y Control de Enfermedades Transmitidas por Vectores e Intoxicación por Veneno de Artrópodos, que se modificó con el programa de salud pública de la presente administración, el experto comentó que “esto no tiene nada que ver con la política, esto es la obligación de las autoridades de salud, no tienen por qué mezclar este programa con el hecho de que sea causa o efecto de la transformación de este país”.

La enfermedad de Chagas, también conocida como tripanosomiasis, es mortal y es causada por triatominos el parásito protozoo Trypanosoma cruzi, que se encuentra en las chinches. La cardióloga María del Carmen Lacy Niebla, expuso que se estima que el parásito del Chagas tiene una antigüedad de nueve mil años y en México, la transmisión vectorial es a través de la chinche. “Si se ha tratado de controlar la transmisión vectorial, se han hecho campañas de fumigación, realmente creo que nos hemos quedado cortos para el verdadero problema que enfrenta nuestro país”.

También existe la transmisión vertical de madre a hijo, porque el parásito atraviesa la barrera placentaria y puede afectar al bebé incluso antes de que nazca; la transmisión oral que se puede dar a través del consumo de frutas y verduras que no han sido lavadas correctamente; y la última posibilidad de transmisión es por accidentes en el laboratorio, puntualizó la experta.

La autora del artículo Charles Darwin. El enigma de sus malestares. ¿Acaso sufrió la enfermedad de Chagas? Sostuvo que las manifestaciones cardíacas son los síntomas más prominentes del padecimiento y puede haber una intensa respuesta inflamatoria. “En las fases crónicas, que desarrollan una de cada tres personas, decimos que es una miocarditis crónica persistente, persistentemente el parásito o su DNA está produciendo daño cardiaco. Los daños que vemos en el corazón, es que se dilatan persistentemente, hacen arritmias de todo tipo, una de las presentaciones más frecuentes es a través de un infarto agudo del miocardio”.

Recordó que en el Instituto Nacional de Cardiología se atienden a todos los pacientes, se diagnostica y realiza vigilancia clínica de casos nuevos, se hace un reporte epidemiológico de casos, se hace la solicitud de tratamientos farmacológicos. “La gravedad del problema de la enfermedad de Chagas cuando afecta al corazón si no se trata a tiempo esto evoluciona y la mortalidad por infartos y falla cardiaca es extremadamente alta en los pacientes”.

Al tomar la palabra, el bioquímico Jaime Ortega López, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados, se refirió a la producción de una vacuna contra la enfermedad de Chagas, que inició utilizando plataformas de otras infecciones que ya cuentan con inoculación. De acuerdo con el especialista, los avances que se tienen hasta el momento es que el antígeno Tc24 C4, reduce la carga parasitaria, la inflamación y la fibrosis cardiaca en ratones infectados de Chagas.

Explicó que el antígeno Tc24 C4 es una proteína del parásito protozoo Trypanosoma cruzi, que produce la enfermedad y se puede utilizar este material biológico para producir en la plataforma de E. coli, es decir utilizando la tecnología existente para su producción a escala industrial. Hasta ahora se espera que la Fase 1 de esta propuesta de inoculación inicie en 2023 las pruebas clínicas.

Fuente: El Colegio Nacional