Acciones para incluir a la población adulta mayor

Jesús Antonio del Río Portilla

Es muy probable que hoy la población adulta mayor (mayor de 60 años) tenga un nivel de salud, y por ende una esperanza de vida más larga que la misma población de hace 40 años. Es decir, cada vez más personas llegan a una edad avanzada con mejor condición física que en el pasado.

Esta situación es una constante en muchas partes del mundo, no solo en México, y ha conducido a que en varios países se eleve la edad de jubilación. De hecho, esto mismo ha sucedido paulatinamente en nuestro país, donde ahora no solo se pide un número de semanas de trabajo sino también un mínimo de edad. Solo tengo que decir que antes no era así; solo con un número determinado de semanas o años de cotización era suficiente para optar por una jubilación.

Ya he abordado en otros textos la necesidad de incorporar a la población adulta mayor a las actividades cotidianas en convivencia con la población juvenil. La incorporación en actividades con la población infantil se establece mediante actividades de cuidados, pero puede ser más integral. Sin embargo, la participación con la población juvenil o adulta tiene retos que nuestra especie no ha experimentado a lo largo de nuestra historia. Esto último se debe a que en épocas pasadas la población adulta mayor era porcentualmente mucho menor que hoy en día.

De acuerdo con el Inegi, el índice de envejecimiento, que mide la razón del número de personas mayores de 60 años por cada persona entre 0 y 14 años, creció de 16.0 en 1990 a 47.7 en 2020. Es decir, hace 30 años había menos de 20 personas adultas mayores por cada 100 menores de 14 años, hoy hay casi 50.

Con estos datos tenemos que repensar la forma en que nos relacionamos intergeneracionalmente en cada etapa de nuestra vida. Los posibles enfoques deben ser integrales y abordar las características que cada etapa de la vida de las personas requiere. Sin embargo, mientras existe apoyo para la etapa infantil juvenil, se tiene un prejuicio de carga para el sector adulto de la población. Es claro que debemos cambiar esta percepción negativa y promover una compresión positiva del envejecimiento. Una comprensión de que, si bien es cierto que se van perdiendo facultades, también es cierto que se tiene más experiencia. La implementación de actividades intergeneracionales que fomenten la interacción entre diferentes grupos de edad tiende a disminuir los estereotipos y aumenta la comprensión mutua.

Los avances tecnológicos posibilitan que la población adulta tenga una vida más saludable, pero es fundamental evitar el aislamiento y fomentar la inclusión. La misma tecnología debe responder a la inclusión mediante el reaprendizaje de actividades y maneras de hacer las cosas. Con un envejecimiento activo se dará la posibilidad de retomar las experiencias y esparcirlas entre otros sectores poblacionales. Estas acciones ayudarán a valorar y respetar a las personas mayores.

Lo anterior está enfocado desde la perspectiva de los sectores poblacionales diferentes al de la población mayor.

Es prioritario también una reeducación de la población mayor para que aceptemos las diferentes condiciones en las que nos encontramos y poder dejar que otros sectores con capacidades diferentes retomen las actividades que antes desarrollábamos. Es más, podríamos hablar de una deconstrucción activa de esta población para pasar de actividades decisorias a actividades de acompañamiento y soporte de los sectores juveniles o maduros.

Podríamos resumir estas ideas en cuatro: Promover la participación de la población adulta mayor en actividades sociales, económicas y comunitarias. Sensibilizar a la población en general sobre la importancia de la inclusión de las personas mayores. Ofrecer apoyo a las personas mayores que se encuentren en situación de vulnerabilidad. Además, principalmente, la población adulta mayor debe repensarse como parte activa, de acuerdo con sus diferentes capacidades, con diferentes encargos de la población en general.

Eso no es fácil y es otra tarea para la que nuestra historia no nos ha preparado, pero que la estamos empezando a enfrentar. El futuro ya nos alcanzó y no estamos preparados.

Fuente: delrioantonio.blogspot.com