Una pistola de rayos X identifica la carga en un antiguo naufragio

Arqueólogos han logrado averiguar de dónde provenía originalmente el cargamento cerámico de un navió hundido hace unos 800 años en el mar de Java, mediante el uso de una pistola de rayos X.

No hay registros escritos que indiquen a dónde iba o de dónde venía el barco; las únicas pistas son la estructura en su mayor parte desintegrada del buque y su carga, que se descubrió en el fondo marino en los años ochenta.

Desde la recuperación del naufragio en la década de 1990, los investigadores han estado investigando los detalles de aquel naufragio. En un nuevo estudio en ‘Journal of Archaeological Science’ se reporta el uso de una pistola de rayos X para identificar detalles de su cargamento.

“Es sorprendente que podamos identificar el área de producción de materiales de un naufragio de 800 años”, dice el autor principal del estudio Wenpeng Xu, un estudiante graduado de la Universidad de Illinois, en Chicago (Estados Unidos), que tiene un programa conjunto de postgrado en Antropología en el Museo Field de Ciencias Naturales. “Nos ayuda a conocer los detalles de las relaciones comerciales: saber cómo interactuaron las personas en el pasado es muy importante para que entendamos el presente”, afirma en un comunicado.

El Museo Field alberga aproximadamente 7.500 piezas de cargamento recuperadas del naufragio, incluidas las 60 piezas cerámicas del naufragio analizadas en este estudio: cuencos y cajas de porcelana recubiertas en un esmalte blanco azulado llamado qingbai. Basados en el estilo de la cerámica, los científicos sabían que venía del sureste de China, pero el estilo solo no es suficiente para señalar el origen de una pieza porque muchos hornos producen piezas de aspecto similar. Al comparar las composiciones químicas de las cerámicas del naufragio y de diferentes hornos en China, los autores pudieron determinar con mayor precisión dónde se hicieron las cerámicas.

Las cerámicas de diferentes sitios tienen distintas composiciones químicas debido a las variaciones en los elementos presentes en la arcilla de esa región o en las recetas que los alfareros usaban para mezclar su arcilla. Si un pedazo de cerámica del naufragio coincide con la cerámica hallado en un sitio arqueológico, es una apuesta bastante segura de que la cerámica se originó allí.

“Cada sitio de horno utiliza sus propios materiales e ingredientes para la arcilla: eso es lo que hace que cada muestra sea única –explica Xu–. Si la huella dactilar de la muestra coincide con la huella dactilar del sitio del horno, es muy posible que de ahí provenga la muestra”. Aquí es donde entra en juego la pistola de rayos X.

“Utilizamos un detector de fluorescencia de rayos X portátil, que se parece mucho a una pistola de rayos”, dice la coautora Lisa Niziolek, científica investigadora en Field. La ciencia detrás del análisis de la composición es compleja, pero Niziolek lo analiza: “Estás disparando rayos X en un material que te interesa. Excita los átomos del material. La energía sale volando, y esto mide esa energía. Diferentes elementos tienen distintas firmas de energía que salen a relucir”.

Conocer el tamaño y la complejidad de redes comerciales del momento

Conocer los orígenes precisos de la carga en el barco revela el tamaño y la complejidad de las redes comerciales en ese momento. Las cerámicas en el estudio se crearon a más de 2.000 millas de donde se hundió el barco, aproximadamente la distancia entre Nueva York y Las Vegas.

“Una clave que está surgiendo es que el naufragio nos dice que hubo enormes redes comerciales en los siglos XII y XII”, dice el conservador de Antropología en Field y coautor del estudio Gary Feinman. “Se nos enseña a asociar vastas redes comerciales con europeos como Magellan y Marco Polo, pero los europeos no fueron una parte importante de esta red que pasó de Asia a África. La globalización no es solo un fenómeno reciente, no es solo eurocéntrico, no solo está ligada al capitalismo moderno. El mundo antiguo estaba más interconectado de lo que mucha gente pensaba”.

“La gente a menudo se refiere a los naufragios como cápsulas del tiempo, pero el Java Sea Wreck es más que eso –afirma Niziolek–. Una cápsula del tiempo representa un momento congelado en el tiempo, pero eso ignora la forma en que estos resultados revelan estas redes socioeconómicas vastas y cambiantes”. Feinman está de acuerdo: “Es casi lo opuesto a una cápsula de tiempo agradable y limitada, es más como una ventana que se abre a un amplio horizonte y nos dice cómo este material entró en esta nave antes de que se hundiera”.

Fuente: europapress.es