Termografía para la detección temprana de cáncer
El Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la Unidad Querétaro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lleva a cabo un protocolo de investigación científica para la detección oportuna de cáncer de mama y otras patologías, mediante imágenes termográficas.
El análisis de imágenes termográficas, como estudio complementario, permite la identificación de patologías en el seno, que van desde trastornos inflamatorios infecciosos y lesiones benignas hasta tumores malignos, de acuerdo con el investigador del CFATA y responsable del área de Termografía de Glándulas Mamarias, Ángel Luis Rodríguez Morales.
El especialista precisó que la iniciativa para emplear la tecnología termográfica surgió gracias al esfuerzo conjunto de la UNAM, el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (Concyteq) y la Unidad de Especialidades Médicas Dedicada a la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama (Uneme Dedicam), que busca fomentar la cultura de la prevención de este padecimiento mediante un estudio no invasivo.
“Todo surge a partir del análisis de las estadísticas en México, donde vimos que muchas personas no se acercan al sector salud para estos estudios por múltiples factores, los más importante son el temor, desconocimiento sobre todo en las técnicas convencionales y la falta de cultura en cuidado de la salud”, indicó.
Procedimiento no invasivo y seguro
Rodríguez Morales abundó que este procedimiento de termografía se realiza sin radiación ni restricciones de edad respecto a los pacientes. “Diseñamos esta técnica sin contacto, sin radiación y que no tiene restricción de edad, basado en un proyecto desarrollado por CFATA llamado Modelo Estadístico Referencial de Distribución Térmica de las Glándulas Mamarias de la Mujer en México, financiado por el Concyteq”.
“Lo que nosotros hicimos nuevo fue desarrollar un modelo de referencia. Normalmente se utilizan ciertos criterios como la simetría térmica; se observa la temperatura de un seno, después del otro y a partir de esto se determina si hay algo. Hay algunos factores ya determinados, por ejemplo vascularidades, algún tipo de mancha térmica. Nosotros nos dedicamos a tomar imágenes a personas diagnosticadas como sanas y diagnosticadas con alguna patología para después entonces dividirlos por grupos de edad, tipo somático, entre otros parámetros”, destacó.
El investigador del CFATA puntualizó que con este modelo han podido identificar patologías en el seno, que están categorizadas en tres grupos: trastornos inflamatorios infecciosos, lesiones benignas y lesiones malignas.
“Se utiliza una cámara termográfica que está diseñada para medir temperatura de cuerpo, lo que hicimos nosotros fue el diseño de un software que nos permita tomar las imágenes, hacer un proceso digital de estas, extraer las características de interés, que les llamamos parámetros de imagen, para después compararlas con un modelo de referencia. Todo este sistema utiliza inteligencia artificial a través de redes neurodifusas recurrentes que nos permiten hacer los paraclínicos, que básicamente son prediagnósticos. La segunda fase de la termografía es que unos meses después de que tomamos esta imagen, la volvemos a tomar y comparamos en un tiempo y en otro tiempo”, afirmó.
Ángel Luis Rodríguez Morales aclaró que en los casos donde se identifica una discrepancia con el modelo de normalidad y el modelo patológico, la persona sometida al estudio es canalizada a la Uneme Dedicam para el estudio de mastografía.
“Este estudio es complementario a la mastografía, no la sustituye. Básicamente la mastografía y el ultrasonido son los estudios más utilizados en el sector salud, lo que hacemos nosotros es un estudio funcional, nosotros evaluamos procesos angiogénicos, inflamatorios o cambios metabólicos. La mastografía básicamente es una compresión del seno y una radiografía donde se buscan cambios de densidad, microcalcificaciones, entre otras cosas; el solo hecho de la compresión suele ser molesto y hay tabúes detrás de la mastografía, mucha gente viene y nos comenta su preocupación de que con la mastografía se puede provocar otras enfermedades, como el cáncer de tiroides, lo que es un error”, destacó.
Termografía y mastografía
Por su parte, la asistente del área de Termografía de Glándulas Mamarias del CFATA, María Leticia Segovia López, informó que lo ideal es que las personas que deseen hacerse este estudio programen una cita previa, vía telefónica o por correo electrónico, donde, dijo, se les dan las indicaciones que deben de cumplir.
“Este estudio es gratuito. A los interesados se les solicita acudir con baño normal sin desodorantes ni cremas corporales, porque contienen sustancias que pueden alterar el estudio. Al llegar se les explica claramente en qué consiste, porque muchos de ellos vienen con la idea de que es un sustituto de la mastografía, por ello se les indica que este es un protocolo de investigación científica donde se pretende localizar las células cancerígenas; se trata de un estudio funcional”, advirtió.
Dentro de esta explicación, indicó Segovia López, se le informa al interesado la diferencia entre una termografía, que es una fotografía de calor de una parte del cuerpo para detectar estas células, y una mastografía, un estudio que mide la densidad de la mama y donde normalmente se van a encontrar tejidos calcificados, ganglios inflamados, quistes, nódulos y otro tipo de anomalías ya tangibles.
“Este estudio se realiza a mujeres a partir de que comienzan a menstruar y hombres de los 12 años en adelante, que es cuando ya hay cambios hormonales en el organismo. Esto llega a parecer extraño a mucha gente pero porque finalmente la cantidad de casos de cáncer de mama en hombres es de 1.2 por ciento; no obstante, se han reportado casos”, abundó.
La siguiente etapa, de acuerdo con la asistente del área de Termografía de Glándulas Mamarias del CFATA, es una entrevista o historial clínico, donde, dijo, se pretende conocer los hábitos, estilo de vida y antecedentes de cáncer de la persona, además de la toma de las imágenes termográficas.
“Son aproximadamente 20 preguntas, dentro de las que abarcan aspectos como la edad, si tienen una vida sexual activa, la talla de copa de brasier, sus hábitos respecto al consumo de alcohol, tabaco o drogas; si están expuestos a químicos, sus actividades físicas, si existen problemas cardiacos, presión arterial o diabetes. También buscamos conocer si la persona ha estado en algún momento en terapia hormonal, puesto que todos ellos son factores representativos. Al terminar el cuestionario, se pasa a la persona para la toma de 20 imágenes de frente, lateral, con los brazos arriba y abajo”, concluyó.
Hasta el momento, el área de Termografía de Glándulas Mamarias del CFATA ha llevado a cabo más de 10 mil 400 estudios realizados con 126 detecciones o confirmaciones de cáncer de mama.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt