Estos microrobots basados en plantas, también son fácilmente modificables por los investigadores para adaptarse a cualquier tipo de operación

Un equipo de investigadores ha dado un paso al frente en lo que respecta a la tecnología de los robots blandos, un avance que puede ser aprovechado dentro del entorno médico.

Para ello han creado materiales inteligentes que sirven como base para crear microrobots médicos blandos, algo que podría transformar los procedimientos médicos que actualmente conocemos, haciéndolos menos invasivos y más eficientes.

La particularidad de estos robots es que pueden navegar en entornos confinados y llenos de fluidos muy parecidos al interior del cuerpo humano y, por otra parte, también pueden entregar cargas frágiles como células o tejidos en distintas ubicaciones.

Están creados a base de compuestos de hidrogel avanzados e incorporan nano partículas de celulosa derivadas de plantas.

Estos materiales inteligentes tienen la capacidad de cambiar de forma cuando se exponen a distinta estimulación química externa, permitiendo a los médicos, programar un cambio de forma vital para la fabricación de robots blandos funcionales.

“En mi grupo de investigación, estamos uniendo lo viejo y lo nuevo”, dijo Shahsavan, director de Materiales Inteligentes para Tecnologías Robóticas Avanzadas (SMART-Lab). “Introducimos microrobots emergentes aprovechando la materia blanda tradicional como los hidrogeles, cristales líquidos y coloides”.

Con esto, los robots podrían adaptarse a todo tipo de tareas específicas y médicas como biopsias y transporte de células y tejidos.

También lo que les hace únicos es que estos microrobots cuentan con una cualidad de autoreparación.

Este material también se puede modificar con magnetismo para facilitar el movimiento de estos pequeños robots blandos dentro del cuerpo humano.

En las pruebas preliminares, los investigadores pudieron manejar con éxito un microrobot a través de un laberinto controlando su movimiento mediante un campo magnético.

“Los ingenieros químicos desempeñan un papel fundamental a la hora de ampliar las fronteras de la investigación en microrobótica médica”, destacó Shahsavan. “Abordar los grandes desafíos de la microrobótica requiere el conjunto de habilidades y conocimientos que poseen los ingenieros químicos, incluida la transferencia de calor y masa, la mecánica de fluidos, la ingeniería de reacciones, los polímeros, la ciencia de la materia blanda y los sistemas bioquímicos”.

“Estamos en una posición única para introducir vías innovadoras en este campo emergente, gracias a nuestro conocimiento y habilidades multidisciplinarias”, concluye.

Fuente: computerhoy.com