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Una misteriosa razón estaba calentando la Luna, y los científicos la han descubierto

Científicos de la misión Apolo que realizaban experimentos en la Luna, durante los años 1971 y 1977, detectaron que la superficie de nuestro satélite se tornaba más caliente, sin explicación. Sin embargo, los datos obtenidos en dicha misión «se perdieron», y el raro calentamiento de la Luna continuó bajo el velo de misterio.

Ahora, un grupo de científicos de la Texas Tech University ha descubierto la información antes perdida, evidenciando que el origen del calentamiento se trataba en realidad de la presencia de humanos.

El equipo denominó al ensayo como «heat flow experiment» (o «experimento de flujo de calor», en español), y fue realizado con el propósito de descubrir a qué velocidad el interior de la Luna pierde su calor.

En los anteriores experimentos, durante las misiones Apolo 15 y 17, los astronautas hicieron agujeros de hasta 2.3 metros en la superficie de la Luna. Luego procedieron a medir la temperatura en los agujeros perforados.

Cabe mencionar que estos experimentos fueron dejados en la Luna luego de que los astronautas partieron.

En el lugar donde la misión Apolo 15 realizó los experimentos, las temperaturas de la superficie y del subsuelo han sido monitoreadas desde el mes de julio de 1971 hasta enero de 1977. En el lugar de experimentación de la misión Apolo 17, las temperaturas de los suelos fueron monitoreadas desde el mes de diciembre de 1972 hasta septiembre de 1977.

La información obtenida de las temperaturas de la Luna, durante las misiones, fue archivada en el National Space Science Data Centre en EE.UU. hasta el año 1974. Sin embargo, la data obtenida fue considerada muy valiosa, debido a que mostraba que la superficie de la Luna aumentaba su temperatura en todos los agujeros perforados.

Durante el año 2010, los investigadores de Texas Tech realizaron un impresionante hallazgo: encontraron 440 de las cintas extraviadas, se encontraban en el Washington National Records Center. Sin embargo, muchas de las cintas (que comprendían el periodo entre abril y junio de 1975) se encontraban muy deterioradas.

Pero por fortuna, durante los últimos ocho años los investigadores, utilizando técnicas de recuperación de datos, han logrado restaurar las cintas. Ahora, se ha logrado recuperar la mayor parte de los datos.
El restos de cintas (de otros periodos) aún continúan perdidas, sin embargo el equipo encontró en el Lunar and Planetary Institute, nuevos cientos de registros semanales que poseían lecturas de temperatura de las sondas entre los años 1973 hasta 1977.

Los análisis realizados en la Luna también mostraron que mientras más cerca se encuentre de la superficie, el calentamiento es más notorio, alcanzando las profundidades más bajas de forma más rápida. Esto sugiere que el calor fluye desde la superficie hacia abajo, en vez de surgir desde el interior de la Luna.

El misterio yace en responder a la interrogante de sí los astronautas estaban causando eso. Los investigadores creen que el movimiento de los astronautas y sus equipos, en la superficie lunar, perturbaron la suciedad en la Luna.

Los investigadores escribieron en su artículo:

Las imágenes recientemente adquiridas de la Lunar Reconnaissance Orbiter Camera sobre los dos sitios de aterrizaje muestran que el regolito en los caminos de los astronautas se oscureció, bajando el albedo. Sugerimos que, como resultado de las actividades de los astronautas, la ingesta de calor solar por el regolito aumentó ligeramente en promedio, y que dio como resultado el calentamiento observado”.

Es decir, cuando los astronautas pisaron y condujeron rovers por la superficie de la Luna, sin querer volcaron la capa superficial del suelo, dejando al descubierto un regolito más oscuro debajo. Las superficies de tono más oscuro no reflejan mucha luz; pero sí la absorben, generando calor.

Debido a que la superficie más oscura de la Luna quedó expuesta, entonces la superficie empezó a absorber más calor, aumentando las temperaturas en unos pocos grados.

Este hallazgo indica que es imposible que los humanos vayan a la Luna sin alterarla, y también sirve como un recordatorio para que los astronautas tengan en cuenta realizar observaciones más detalladas durante sus experimentos.

Seiichi Nagihara, científico planetario, dijo a GeoSpace:

En el proceso de instalación de los instrumentos, en realidad puede terminar perturbando el entorno térmico de la superficie del lugar donde desea hacer algunas mediciones. Ese tipo de consideración ciertamente se aplica al diseño de la próxima generación de instrumentos que algún día se desplegarán en la Luna”.

Fuente: codigooculto.com