“Se estrelló a gran velocidad”: el aparente trágico final en Marte de la sonda Schiaparelli

La nave Schiaparelli no se comportó como esperaban durante su aterrizaje sobre la superficie de Marte.

Datos de telemetría que la sonda envió durante su descenso indican que el paracaídas se activó muy pronto.

Los cohetes que debían detener la velocidad de la caída poco antes de tocar suelo también parecen haberse encendido por un tiempo muy corto.

El temor evidente es que Schiaparelli se haya estrellado y que con ello la misión ExoMars, que preveía el lanzamiento de una segunda nave en 2020, se haya visto afectada de forma dramática.

No entendemos

La agencia espacial estadounidense (NASA) usará uno de sus satélites cercanos para registrar imágenes de la zona en busca de Schiaparelli, aunque admiten que las posibilidades de que detecte algo son bajas.

Por el momento, los ingenieros de la ESA analizan la información que la sonda logró enviar a la nave nodriza que orbita el planeta rojo.

Esos datos indican que todo funcionaba de manera correcta hasta que Schiaparelli ingresó a la atmósfera de Marte.

“Todavía no podemos entender por qué la máquina decidió abrir el paracaídas antes de nuestras expectativas”, señaló a la BBC Andrea Accomazzo, jefe de operaciones de la misión.

En el caso de los cohetes que debieron desacelerar la caída, la información señala que funcionaron por tres segundos cuando debieron permanecer encendidos por 30 segundos.

Schiaparelli continuó transmitiendo señales de radio por 19 segundos. Luego se apagó.

Según Jonathan Amos, corresponsal de la BBC presente en el centro de operaciones de la ESA en Alemania, “muchos científicos han tomado toda la información para concluir una cosa: la sonda se estrelló a gran velocidad”.

Y aunque aún no lo han confirmado, los datos apuntan a que Schiaparelli tuvo una caída libre de dos kilómetros.

Fracaso y experiencia

Aterrizar en el planeta rojo es un desafío científico. Se necesita un acercamiento a alta velocidad que debe de ser detenido en el momento exacto para evitar el desastre.

Si se confirma que la nave se destruyó, será la segunda pérdida de la ESA tras el fracaso de la sonda Beagle-2 en 2003.

Sin embargo representantes de la Agencia Espacial Europea enfatizan que el rol de Schiaparelli era básicamente de aprendizaje, de cara al aterrizaje de un vehículo de seis ruedas en 2021.

En otras palabras, lo tomarían como experiencia, no como un fracaso.

El nuevo vehículo tendrá parte de la tecnología de Schiaparelli incluyendo su radar y sus algoritmos de guía, navegación y control.

Sin embargo, para lograr esto necesitan todavía asegurar el financiamiento.

Las autoridades de la ESA deben de convencer a los estados miembros de la Unión Europea de aumentar el presupuesto de la próxima misión en 300 millones de euros.

En total, la misión ExoMars tiene un costo total estimado de US$2,2 mil millones, según cálculos de la propia agencia espacial europea en 2008.

Este desafío de aumentar aún más el presupuesto en medio de la enrarecida atmósfera política de la región, se presenta tan complejo como encontrar vida extraterrestre.

Fuente: BBC MUNDO