Qué significan los maullidos de gatos, según la ciencia
Un estudio de la Universidad de Milán ha determinado hasta qué punto los humanos son capaces de diferenciar los maullidos de los gatos
Aunque los gatos domésticos son los animales de compañía más desplegada en todo el mundo, a penas se han hecho estudios sobre su interacción con los humanos, en comparación con otras mascotas, como los perros. Así, muy pocas investigaciones se han centrado en las señales que intercambian los felinos con las personas en interacciones diarias.
Por este motivo, un estudio realizado en 2020 por diversos expertos de la Universidad de Milán en Italia, concluyó algunos aspectos curiosos en la comunicación entre gato y humano que se desconocía. Concretamente, uno de sus principales objetivos fue determinar hasta qué punto las personas reconocían los maullidos de sus mascotas en diferentes contextos. Asimismo, como segundo objetivo se evaluó el nivel de empatía hacia estos felinos, según el género del participante.
Qué quiere decirte tu gato
Los maullidos es la forma de vocalización de los gatos. Sin embargo, a pesar de lo que muchos puedan creer, los felinos cuentan con una fonética realmente amplia y compleja que incluyen diferentes sonidos en función del contexto y su estado de ánimo. De esta manera, el tono, la duración y la melodía difieren en marcos positivos y negativos.
Además, se ha demostrado que los gatos se expresan mucho más con los humanos, y no tanto con otras colonias. Así, cuando dos felinos interactúan, la información se transmite por otros medios. Igualmente, los maullidos emitidos por felinos salvajes o domésticos muestran diferencias en parámetros acústicos, lo que apunta aún más la influencia de la relación humano-gato.
Estas premisas han sido demostradas hace tiempo por diferentes expertos. Pero, ¿los humanos saben qué quieren decir sus mascotas? En el estudio de la Universidad de Milán, disponible en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM), se midió la cercanía y el conocimiento de doscientos veinticinco participantes adultos sobre gatos. Para ello, los investigadores diseñaron un cuestionario en línea y posteriormente, los participantes tuvieron que escuchar seis maullidos de gato grabados en tres contextos diferentes.
Los sonidos procedían de diez gatos Maine Coon entre edades de 1 y 13 años, que pertenecían a un único propietario, por lo que compartían condiciones ambientales similares. Así, los maullidos más característicos de los animales fueron los que se producían mientras esperaban la comida, durante el aislamiento en transportín y durante el cepillado diario.
Los resultados del estudio
De esta manera, tras escuchar los seis maullidos, los participantes tuvieron que elegir entre una de las tres acciones anteriores e indicar si el estado emocional del animal era positivo o negativo. Igualmente, los investigadores pidieron a los sujetos que otorgaran una puntuación en una escala Likert, basada en 11 emociones: agitado/ansioso, agresivo/enojado, frustrado, inquieto/nervioso, asustado, sufriendo, amistoso, tranquilo/relajado, feliz, curioso y juguetón.
Los resultados del estudio señalaron una precisión de respuestas generalmente baja. Incluso, ninguno superó significativamente el nivel de azar. Entre las tres acciones, la más acertada fue la espera de comida con un 40,44% de aciertos, mientras que el aislamiento tuvo la más baja con un 26,67%. En cuanto al género, las mujeres mostraron una tasa de precisión más alta. Asimismo, el nivel de experiencia previa con gatos tuvo un efecto positivo con respecto a las personas que no han tenido gatos.
Fuente: infobae.com