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Nuevo proyecto de Bill Gates atenuar los rayos del Sol para combatir el cambio climático

El fundador de Microsoft financia un proyecto elaborado por científicos de Harvard con el que se intentará atenuar los rayos del Sol y de esa manera controlar la temperatura de la Tierra. La primera fase se realizará en junio de este año

De acuerdo a información proporcionada por la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA), el cambio climático global sigue generando efectos negativos al planeta: mayores sequías y olas de calor e incremento en el número de huracanes y su intensidad. Pero una proyección destaca para el año 2100 el nivel del mar habrá aumentado hasta 1.20 metros si no se hace algo ya.

«Los científicos están seguros de que la temperatura global seguirá aumentando en las próximas décadas, en gran parte debido a los gases de efecto invernadero que producen las actividades humanas. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que incluye a más de 1,300 científicos de Estados Unidos y de otros países, predice un aumento de la temperatura de entre 2.5 y 10 grados Fahrenheit durante el próximo siglo», señaló la NASA.

Para contrarrestar tales efectos, Bill Gates está financiando el proyecto de geoingeniería de un grupo de científicos de la Universidad de Harvard, dirigido a intentar atenuar los rayos del Sol que llegan a la superficie terrestre y hacerlos rebotar en otra dirección, algo que según los especialistas lograría mermar los efectos del calentamiento global.

Para lograr esta especie de escudo artificial, los expertos tienen planeado lanzar a la estratósfera (una de las capas de la atmósfera terrestre) toneladas de polvo de carbonato de calcio no tóxico (CaCO3) mediante aerosoles que no causarían daño alguno al ecosistema.

Los científicios del proyecto, al que han denominado como Experimento de Perturbación Estratosférica Controlada (SCoPEX), indican además que creen que los aerosoles podrían incluso reparar la capa de ozono, pues causaría una reacción con las moléculas que la destruyen y lograrían cerrar los agujeros que ya existen.

La polémica generada alrededor del proyecto

La primera fase de SCoPEx se realizará en junio de este año sobre la ciudad de Kiruna, en Suecia, donde la Corporación Espacial de ese país apoyará el lanzamiento, a unos 20 kilómetros de altura, de un globo que llevará una variedad de equipos científicos. Pero en esta oportunidad no se liberarán los aerosoles de CaCO3 a la atmósfera, ya que solo se examinarán las maniobras del globo y la funcionalidad operativa de los sistemas de comunicación.

Los científicos indicaron que si esta prueba arroja resultados positivos, entonces pasarían a la segunda fase experimental, donde se buscaría el apoyo de otras autoridades para luego arrojar a la estratósfera los primeros aerosoles, pero en pequeñas cantidades.

Aún así, la investigación generalizada sobre la eficacia de la geoingeniería solar se ha estancado durante años debido a la controversia que genera debido a que todavía no hay muestras que garanticen que se lograría lo deseado.

De acuerdo a Forbes, uno de los principales problemas es que esta ciencia conlleva riesgos impredecibles, incluidos cambios extremos en los patrones climáticos que no son diferentes a las tendencias de calentamiento que ya estamos presenciando.

Según un estudio difundido en la revista científica PNAS, una de las publicaciones más destacadas del mundo, nadie sabe realmente qué pasaría tras soltar en la estratósfera el CaCO3, pero se indica que probablemente el experimento pueda brindar los resultados esperados.

No obstante, grupos de ambientalistas han señalado que temen que la reacción de los aerosoles sea diversa en la atmósfera a la que se ha obtenido de manera controlada en los laboratorios y que, al tratar de controlar de manera artificial la cantidad de rayos de Sol que entren a la Tierra, se desate un cambio dramático en el ambiente, ya que se estaría interfiriendo a gran escala con un proceso natural.

Pero los científicos encargados han enfatizado que el proyecto es temporal y que una vez se logra una disminución en los efectos del calentamiento global, los rayos del Sol seguirán su proceso natural en el planeta, como ha sucedido por siempre.

Hasta ahora, se desconoce la cantidad exacta de CaCO3 necesaria para enfriar el planeta, además, los científicos encargados del SCoPEx tampoco han podido confirmar cuál es el mejor aerosol estratosférico para lograr el efecto deseado, pero han dicho que sus primeras investigaciones sugieren que la sustancia elegida hasta ahora tiene propiedades ópticas casi ideales que le permitirían absorber mucha menos radiación que los aerosoles de sulfato, lo que provocaría un calentamiento estratosférico significativamente menor.

«El aerosol perfecto no alteraría inmediatamente la química estratosférica en absoluto, lo único que haría es dispersar la luz solar máxima y, por lo tanto, enfriar el planeta», indicó Frank Keutsch, el investigador principal del proyecto. Así como él, otros defensores de la geoingeniería han citado algunos efectos que tienen que ver con el enfriamiento global y que fueron causados por históricas erupciones volcánicas.

La erupción del monte Tambora en Indonesia en 1815 trajo como consecuencia un año sin verano, mientras que la erupción del monte Pinatubo en Filipinas en 1991 redujo la temperatura media global en 0.5 grados centígrados, por lo que han explicado que el lanzamiento deliberado de partículas similares podría eventualmente mermar décadas de emisiones de gases de efecto invernadero.

El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático sugirió que el procedimiento SCoPEx podría reducir las temperaturas globales en al menos 1.5 grados centígrados, un proyecto que tendría un precio máximo de 10,000 millones de dólares anuales.

Fuente: univision.com