Tienen técnicas de tejido y patrones decorativos que fueron influenciados por culturas de toda Asia

Un equipo internacional de arqueólogos descubrió en 2014 unos pantalones de lana con 3.000 años de antigüedad -son los pantalones más antiguos que se han encontrado – en el cementerio de Yanghai, en China. Eran de un jinete guerrero, conocido como el Hombre de Turfán, que podría haber muerto entre el 1000 y 1200 a.C. Desde su descubrimiento, esta prenda, que se asemeja mucho a los pantalones de la actualidad, ha sido examinada por numerosos expertos de todas partes del mundo.

Con la inestimable ayuda de expertos en indumentaria, científicos y tejedores, se ha conseguido fabricar una réplica exacta de estos pantalones prehistóricos. Esta reproducción ha servido para desvelar porqué esta prenda de equitación es una obra de ingeniería. El equipo dirigido por las arqueólogas Ulrike Beck y Mayke Wagner, del Instituto Arqueológico Alemán de Berlín, ha calificado estos pantalones como «un logro pionero en la historia de la confección de tejidos».

Según los investigadores, cuyas conclusiones se han plasmado en Archaeological Research in Asia, estos pantalones están tejidos en sarga, un material acanalado en diagonal que actualmente se ve en pantalones vaqueros y chaquetas. Este tejido confería resistencia y elasticidad a la hora de montar a caballo.

Múltiples técnicas de tejido

Para evitar lesiones en las rodillas en caso de caída, los tejedores de aquella época usaron una técnica de tejido diferente para esta zona, con el objetivo de garantizar el grosor del tejido cerca de las rodillas. La cintura también se hizo con una técnica de tejido diferente al resto. En este caso, se engordaron los bordes de la cintura para que los pantalones se ajustaran perfectamente al guerrero.

Uno de los aspectos más sorprendente es que los pantalones del Hombre de Turfán se diseñaron utilizando múltiples técnicas de tejido. Los antiguos pantalones tienen líneas diagonales alternas de color marrón y blanquecino en la parte superior de las piernas y rayas de color marrón oscuro en la zona de la entrepierna. Otra técnica de manipulación de los hilos permitió a los artesanos crear un patrón geométrico en las rodillas y rayas en zigzag en los tobillos. Sin embargo, no tenían costuras ni cortes. Esto es así porque se fabricaron completamente a partir de sola pieza de tela.

Pero los expertos entienden que todas las técnicas utilizadas son obra de los contactos de los tejedores asiáticos con personas de regiones lejanas como Mesopotamia, Kazajistán y Siberia. La Ruta de la Seda, que pasa por Yanghai, fue clave para que se pudieran intercambiar ideas y prácticas culturales entre diferentes comunidades.

Fuente: lavanguardia.com