La reprogramación genética en ratones que podría traer el elixir de la juventud
Una ‘start-up’ anuncia que ha prolongado la vida de ratones con esta técnica, un hito muy esperado para la tecnología del rejuvenecimiento que podría ayudar a tratar algunas enfermedades
Una pequeña empresa de biotecnología afirma que ha utilizado la técnica de reprogramación para rejuvenecer a ratones viejos y prolongar sus vidas, creando así un resultado que sugiere que algún día las personas mayores podrían retroceder sus relojes biológicos, rejuveneciendo con una inyección.
Esta afirmación sobre la prolongación de la vida en roedores, realizada por Rejuvenate Bio, empresa de biotecnología de San Diego (EE UU), aparece en un artículo publicado en preprint en la web BioRxiv que aún no ha sido revisado entre pares.
La técnica de reprogramación, que consiste en renovar las células volviéndolas a un estado más joven, ha ganado cientos de millones [de euros] en inversión como una posible fuente de la juventud. Los científicos ya habían demostrado en el laboratorio que ese método funciona en células individuales, y están tratando de determinar si el efecto rejuvenecedor también funciona en animales vivos.
El estudio de Rejuvenate Bio es una prueba muy esperada de que este método puede prolongar la vida de los animales.
Noah Davidsohn, director científico de Rejuvenate Bio, explica que la compañía usó la terapia génica para agregar tres poderosos genes de reprogramación a los cuerpos de ratones que tenían una edad equivalente a la de humanos de 77 años.
Después del tratamiento, su esperanza de vida se duplicó, asegura la empresa. Los ratones tratados vivieron otras 18 semanas, de media, mientras que los ratones de control murieron en nueve semanas. En general, los ratones tratados vivieron alrededor de un 7% más.
Aunque el aumento en la esperanza de vida fue modesto, Rejuvenate Bio resalta que su investigación demuestra la reversión de la edad en un animal. «Es una tecnología poderosa, y aquí está la prueba de concepto. Quería mostrar que podemos hacerlo en nuestra población de mayores», señala Davidsohn.
Algunos científicos, que no están relacionados con la compañía, calificaron el estudio como un hito fascinante, pero advirtieron que el rejuvenecimiento de todo el cuerpo mediante la terapia génica sigue siendo un concepto poco conocido y con grandes riesgos. «Es un bonito ejercicio intelectual, pero no me atrevería a hacer algo similar a una persona», resalta Vittorio Sebastiano, profesor de la Universidad de Stanford (EE UU).
Un riesgo es que el poderoso proceso de programación pueda causar cáncer. Este efecto se ve a menudo en ratones.
Aun así, la posibilidad de que la reprogramación sea un elixir de la juventud ha provocado un auge de la investigación y la inversión. La empresa Altos Labs indica que ha recaudado más de 3.000 millones de dólares (2.764 millones de euros).
En el laboratorio, esta práctica funciona exponiendo células individuales a un conjunto de tres o cuatro proteínas, que suelen estar activas en los embriones en etapa temprana. Después de varios días de este tratamiento, incluso las células viejas se transformarán en células madre, que funcionan como rejuvenecedoras.
La ciencia de la reprogramación
El descubrimiento de la receta de la reprogramación le valió el Premio Nobel en 2012 al biólogo japonés Shinya Yamanaka.
Cuatro años más tarde, los científicos del Instituto Salk decidieron probar la técnica en ratones vivos que padecían envejecimiento prematuro, similar a una enfermedad humana llamada progeria. Expusieron ratones a los factores durante breves períodos y descubrieron que algunos sobrevivían más tiempo.
El siguiente paso, obvio y necesario para llamar a la reprogramación una intervención antienvejecimiento, era demostrar que también podía prolongar la vida de los ratones sanos.
«Todos en la comunidad de investigación saben que el experimento estrella es tratar a ratones normales y ver si viven una vida más larga o tienen una mejor salud en general», destaca Martin Borch Jensen, creador de la organización Impetus Grants, que proporciona fondos para la investigación del envejecimiento.
Tras varios años sin que se publicaran resultados en este sentido, comenzaron a crecer las dudas sobre si funcionaría y las esperanzas de que los científicos pudieran crear ratones longevos empezaron a desvanecerse. «Diferentes grupos realizaron este mismo experimento y, hasta ahora, los datos no habían sido positivos», recuerda Alejandro Ocampo, biólogo de la Universidad de Lausana (Suiza), quien llevó a cabo los primeros experimentos en Salk.
Sin embargo, en 2022, apareció publicado un primer informe de un equipo que trabajaba con ratones modificados genéticamente desde el nacimiento para producir en sus cuerpos los mismos factores especiales de rejuvenecimiento de Yamanaka. Ese equipo, adscrito al Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de EE UU, encontró una tendencia hacia una vida más larga, pero el informe se consideró como preliminar.
En el caso de la investigación de Rejuvenate Bio, el tratamiento se administró mediante terapia génica, con virus diseñados para transportar genes a las células. Davidsohn cree que lo asemeja a los tratamientos médicos que la población podría recibir.
Los ratones viven solo unos meses en la naturaleza, pero pueden sobrevivir de dos a tres años en el laboratorio. Los que participaron en el último experimento ya tenían 124 semanas cuando recibieron el medicamento, hacia el final de sus vidas. Según Davidsohn, los ratones tratados no solo vivieron más tiempo, sino que también obtuvieron mejor puntuación en los parámetros de salud general.
Sin embargo, la extensión de vida tiene precedentes. Un programa del Gobierno de EE UU, que prueba los efectos de longevidad de los fármacos, ha demostrado que varios compuestos -incluido el fármaco rapamicina-, pueden prolongar la vida de los ratones entre un 5% y un 15%.
Aunque los ratones tienen que tomar esos medicamentos durante gran parte de sus vidas, mientras que la reprogramación tiene efectos inmediatos. «Es como si no hiciéramos nada durante toda la vida, y aun así obtenemos el beneficio», añade Davidsohn.
¿Qué será lo próximo?
Rejuvenate Bio está desarrollando medicamentos de terapia génica para perros y personas, incluido un tratamiento diseñado para tratar la insuficiencia cardíaca. Pero Davidsohn cree que a largo plazo será posible rejuvenecer a los seres humanos. «No estaría trabajando en ello, si no lo creyera», confiesa el experto.
Se necesitará más información para saber qué cambios causan los genes de reprogramación en los ratones, y los investigadores resaltan que otros grupos tendrán que repetir el experimento para estar convencidos. «Me gustaría ver a un grupo separado hacer algo similar y profundizar en lo que ocurre», indica Borch Jensen.
Sebastiano considera que el efecto de extensión de la vida aportado por Rejuvenate Bio podría deberse a cambios en un solo órgano o grupo de células, en vez de a un efecto general de rejuvenecimiento en el cuerpo entero del ratón. Entre otras deficiencias en su investigación, Rejuvenate Bio no documentó qué células y cuántas de ellas fueron modificadas por el tratamiento genético.
Varias empresas ya están avanzando con sus planes para los medicamentos de reprogramación, pero se centran en enfermedades reconocidas y reducen sus esfuerzos a órganos específicos.
Por ejemplo, Turn Bio, la empresa cofundada por Sebastiano, espera inyectar factores de reprogramación en la piel de las personas para combatir las arrugas o reiniciar el crecimiento del cabello. Otra empresa, Life Biosciences, está preparándose para probar si la reprogramación de las células en el ojo puede tratar la ceguera.
Fuente: technologyreview.es