Identifican las neuronas que son capaces de ‘viajar en el tiempo’ en el cerebro

Un esperanzado trabajo de investigación descubre las neuronas del cerebro que permiten al ser humano recordar

Un grupo de investigadores ha conseguido identificar dos tipos de células cerebrales que juegan un papel clave en la división de la experiencia humana continua que pueden ser recordado posteriormente. Es decir, han descubierto neuronas en el cerebro implicadas en los recuerdos.

Concretamente, se trata de un esperanzados descubrimiento que se plantea como vía para el desarrollo de nuevos tratamientos para trastornos de la memoria, como la demencia o la enfermedad de Alzheimer.

Este trabajo de investigación forma parte de un consorcio multiinstitucional de la iniciativa BRAIN financiado por Institutos Nacionales de Salud y dirigidos por el Cedars-Sinai de Nueva York. Además, se ha publicado en la revista ‘Nature Neuroscience‘

Rutishauser, uno de los principales investigadores de este estudio, argumenta que «una de las razones por las que no podemos ofrecer una ayuda significativa a alguien que sufre un trastorno de la memoria es que no sabemos lo suficiente sobre cómo funciona el sistema de la memoria en el cerebro».

El cerebro y los recuerdos

Hay que tener en cuenta que la experiencia human es continua. Sin embargo, los psicólogos creen que los recuerdos se dividen por parte del cerebro en eventos distintos, en un concepto conocido como segmentación de eventos. Esta creencia se basa en observaciones del comportamiento humano.

Así, en el trabajo de investigación que nos atañe participaron 19 pacientes con epilepsia resistente a los medicamentos. Así, el científico Rutishauser y su equipo analizaron como actúan las neuronas durante este proceso.

Concretamente, a los pacientes que participaron en esta investigación se le administraron de forma quirúrgica electrodos en el cerebro para localizar el foco de los ataques epilépticos. Este hecho ayudó a los investigadores a analizar la actividad de las neuronas individuales mientras los pacientes veían fragmentos de películas que incluían límites cognitivos. Dichos límites se dividieron en ‘duros’ y ‘blandos’.

«Un ejemplo de límite blando sería una escena con dos personas caminando por un pasillo y hablando, y en la siguiente escena, una tercera persona se une a ellos, pero sigue siendo parte de la misma narrativa general», explica Rutishauser.

Por su parte, un límite duro podría ser una escena que implica a un conjunto de personas completamente diferente que viajan en un coche. Al respecto, Rutishauser manifiesta que «la diferencia entre los límites duros y los blandos radica en la magnitud de la desviación de la narración en curso. ¿Es una historia totalmente diferente, o como una nueva escena de la misma historia?».

Conclusión de la investigación

El experto en la materia señala que «cuando intentas recordar algo, esto hace que las células del cerebro se disparen. El sistema de la memoria compara entonces este patrón de actividad con todos los picos de disparo anteriores que se produjeron poco después de los límites. Si encuentra uno que es similar, abre esa carpeta. Se retrocede unos segundos hasta ese punto en el tiempo, y las cosas que ocurrieron entonces salen a la luz».

Así, con el objetivo de demostrar su teoría, este grupo de investigadores sometió a los participantes del estudio a dos pruebas de memoria. Primeramente mostraron a los participantes varias imágenes fijas y les preguntaron si las vieron en la película que previamente visualizaron.

Los participantes demostraron que eran más propensos a recordar las imágenes que seguían de cerca un límite duro o blanco cuando se había creado ‘una nueva carpeta de memoria’.

Con todo ello, los investigadores resaltan que las terapias que mejoren la segmentación de eventos podrían ser beneficiosas para los pacientes con problemas de memoria. «El efecto del contexto es realmente muy fuerte en el cerebro. Si estudias en un lugar nuevo, donde nunca has estado antes, en lugar de en tu sofá donde todo te resulta familiar, crearás un recuerdo mucho más fuerte del material», comenta el profesor Rutishauser

En definitiva, se trata de un hallazgo de gran relevancia, ya que muestra que la estimulación cerebral profunda que ajusta los ritmos theta podría resultar terapéutica para los trastornos de memoria. «Creemos que el disparo de las células de eventos en sincronía con el ritmo theta construye vínculos temporales», concluyen los investigadores.

Fuente: tododisca.com