Histórico despegue de cohete de SpaceX pone a dos astronautas rumbo al espacio

Los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley despegaron el sábado 30 de mayo del 2020 del Centro Espacial Kennedy en Florida a bordo de un cohete de SpaceX, primera vez que una empresa privada de Estados Unidos logra concretar una misión de esta naturaleza para la NASA.

El cohete Falcon 9, de la compañía creada por Elon Musk, despegó según lo previsto a las 14:22 hora de Ecuador (19:22 GMT), y los primeros minutos de su ascenso transcurrieron sin inconvenientes, según la transmisión en directo que realiza la agencia espacial de EstadosUnidos, ante los ojos de Donald Trump, que arribó al lugar poco antes a bordo del Air Force One.

La primera etapa del cohete se separó de acuerdo al programa después de dos minutos de vuelo, cuando la nave ascendía a una velocidad estimada de cerca de 4 000 km/h, dejando a la cápsula Crew Dragon en la órbita adecuada para llegar a su destino, la Estación Espacial Internacional, impulsada por la segunda etapa del cohete.

A pesar de un cielo amenazante, la cuenta regresiva se realizó este sábado en Florida. La misión es crucial: el primer vuelo espacial tripulado que sale de Estados Unidos en nueve años.

Tras el despegue fallido del miércoles debido a riesgos climatológicos, un nuevo aplazamiento de uno o varios días estaba previsto, pero SpaceX dio la luz verde para el llenado de los tanques del cohete en oxígeno líquido y queroseno.

“Estamos ‘go’ para el lanzamiento”, anunció el director de lanzamiento de SpaceX, Mike Taylor, luego de haber dado luz verde al llenado de los tanques del cohete con oxígeno líquido y queroseno.

Los astronautas de la NASA Bob Behnken, de 49 años, y Douglas Hurley, de 53, son expilotos militares que se unieron a la agencia espacial en 2000, se dirigen hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).

El cohete Falcon 9 despegó desde la plataforma de lanzamiento 39A, la misma que utilizó el Apollo 11, la histórica misión de 1969 que posó por primera vez al hombre en la Luna.

La misión se desarrolla en medio de las restricciones impuestas para contener la pandemia del nuevo coronavirus, lo que obligó a los tripulantes a permanecer en cuarentena durante más de dos semanas y someterse a múltiples exámenes de covid-19.

Imagen de la televisión de la NASA. Los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley están atados en la cápsula SpaceX Crew Dragon en el Centro Espacial Kennedy en Florida, para su lanzamiento a la Estación Espacial Internacional el 30 de mayo de 2020- Foto: AFP

La NASA pidió al público que se mantenga alejado de Cocoa Beach, el tradicional punto de observación, aunque esa solicitud no desalentó a los fanáticos de la exploración espacial, que se reunieron allí de todos modos durante el primer intento.

Desafío para SpaceX

Desde que puso fin a su programa de transbordadores espaciales, la NASA debió pagar a Rusia para utilizar sus cohetes Soyuz y llevar a astronautas estadounidenses al espacio.

Esta misión de la cápsula Crew Dragon, llamada ‘Demo-2’ , resultará clave para SpaceX, compañía que Musk fundó en 2002 con el objetivo de desarrollar una alternativa de menor costo para los viajes espaciales tripulados.

Para 2012, logró convertirse en la primera empresa privada en acoplar una cápsula de carga a la ISS, y desde entonces ha proporcionado con regularidad servicios de reabastecimiento a la estación.

Dos años después, la NASA le encargó adaptar esa cápsula para el transporte de astronautas, para lo que pagó más de USD 3 000 millones a SpaceX, que debía diseñar, construir, probar y operar una cápsula que pudiera reutilizarse para seis viajes de ida y vuelta al espacio.

SpaceX realizó en marzo del año pasado la primera prueba de fuego de su cápsula -Crew Dragon- piloteada por Ripley, un muñeco cubierto de sensores cuyo nombre alude al personaje interpretado por Sigourney Weaver en la película ‘Alien’.

El proyecto ha sufrido demoras y contratiempos de todo tipo, desde explosiones hasta problemas con paracaídas, pero así y todo SpaceX superó a su competencia, el gigante aeroespacial Boeing, que desarrolla en paralelo su cápsula Starliner.

Plan de vuelo

El plan previsto señalaba que el cohete sea lanzado rumbo hacia la ISS, que orbita a una altitud de 400 kilómetros sobre la Tierra. Y la cápsula se acoplará unas 19 horas después a la estación.

Behnken y Hurley se sumarán allí a sus residentes, el astronauta Chris Cassidy y a los cosmonautas Anatoly Ivanishin e Ivan Vagner.

La duración de la estadía de Behnken y Hurley en la ISS no ha sido determinada aún, pero Crew Dragon puede permanecer 114 días (16 semanas) en el espacio.

Bridenstine, el administrador de la NASA, indicó que podrían regresar a la Tierra a principios de agosto.

Fuente: elcomercio.com