Encuentran una gran estatua de Hércules en la antigua ciudad macedonia de Filipos
Las excavaciones que se llevan a cabo en la antigua ciudad macedonia de Filipos (fundada por Filipo II sobre la antigua colonia tasia de Crénides) en Grecia, encontraron una monumental estatua que representa a Hércules joven.
En los trabajos participaron estudiantes de la Universidad Aristóteles de Tesalónica dirigidos por la profesora Natalia Poulou y los profesores Anastasios Tantsis y Aristóteles Menzo.
Las excavaciones se realizaron en el lado oriental de una de las calles principales de la ciudad, en el punto en que se une a otro eje en dirección norte. En ese lugar hay una plaza o ensanchamiento que estaba dominado por un edificio ricamente decorado, y que los investigadores creen que era una fuente. El edificio tenía una decoración arquitectónica particular, de la que se han encontrado fragmentos.
La ornamentación se completaba con una impresionante estatua de época romana (siglo II d.C.), de tamaño superior al natural, que representa a un Hércules joven. La maza, que se ha encontrado partida en fragmentos, y la piel de león que cuelga de la mano izquierda extendida del héroe, atestiguan su identidad.
En la cabeza lleva una corona de hojas de vid que se sujeta por detrás con una cinta cuyos extremos terminan en los hombros. Esta estatua adornaba un edificio que, según los hallazgos de las excavaciones, data del siglo VIII/IX d.C.
Sabemos por las fuentes y por los datos arqueológicos que en Constantinopla las estatuas de la época clásica y romana adornaron los edificios y los espacios públicos hasta el período bizantino tardío. Este hallazgo demuestra el modo en que se decoraban los espacios públicos en las ciudades importantes del Imperio bizantino, incluidas las de la Filipos.
La ciudad de Filipos tuvo una importante guarnición bizantina que aseguraba una plaza de gran importancia estratégica. Sin embargo, no pudieron evitar que fuera tomada por los búlgaros en el año 838 d.C. El imperio bizantino no pudo recuperarla hasta 850 d.C., y un siglo más tarde el emperador Nicéforo II Focas mandaba reconstruir las fortificaciones de la acrópolis.
Se desconoce la fecha del abandono definitivo de la ciudad, probablemente en el siglo XV. Los viajeros que la visitaron en el siglo XVI constataron que solo quedaban sus ruinas, explotadas como cantera por los otomanos.
Las primeras excavaciones sistemáticas fueron realizadas por la Escuela Francesa de Atenas en 1914. Interrumpidas por la guerra, fueron retomadas en 1920 y prosiguieron hasta 1937, sacando a la luz el teatro, el foro, dos basílicas, termas y la muralla. En la actualidad es la Universidad Aristóteles de Tesalónica quien se encarga de los trabajos.
Fuente: labrujulaverde.com