El orbitador chino Tianwen-1 capta al 3I Atlas: ¿Se avecina un diciembre histórico para la ciencia?

Tianwen-1 logró observar el objeto con su cámara de alta resolución

El vasto silencio del espacio volvió a romperse con un hallazgo que combina precisión tecnológica y misterio cósmico. El orbitador Tianwen-1 de China, que lleva casi cinco años explorando Marte, logró capturar imágenes del objeto 3I/ATLAS, un cuerpo interestelar que podría ser más antiguo que el propio sistema solar y que algunos científicos no descartan tenga un origen desconocido diferente al habitual.

Un logro histórico para la exploración espacial china

La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) confirmó que el Tianwen-1 logró observar el objeto con su cámara de alta resolución desde una distancia aproximada de 30 millones de kilómetros, convirtiéndose en una de las sondas más cercanas en registrar este fenómeno. Las imágenes muestran el núcleo y una tenue atmósfera similar a la coma de un cometa. “La observación de un objeto tan débil y distante nos proporciona experiencia valiosa para futuras misiones, como Tianwen-2”, señaló la CNSA. Mira aquí las imágenes.

El 3I/ATLAS fue descubierto el 1 de julio de 2025 por un telescopio en Chile y se estima que tiene entre 3 y 11 mil millones de años, probablemente anterior a la formación del sistema solar. Según los astrónomos, el objeto viaja a 58 km/s, con un tamaño aproximado de 5.6 kilómetros de diámetro. Su observación fue un desafío extremo, pues su brillo es entre 10.000 y 100.000 veces menor que la superficie marciana.

Misterio en movimiento: ¿natural o tecnológico?

La misteriosa 3I/ATLAS continúa dividiendo opiniones en la comunidad científica. Según la NASA, se trata del tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa el sistema solar, con una trayectoria hiperbólica estable y sin riesgo alguno para la Tierra. El astrofísico de Harvard Avi Loeb sostiene que el objeto muestra una “aceleración no gravitacional” y un color “más azul que el Sol”, características que “rompen los patrones conocidos de los cometas” y que podrían apuntar a un origen distinto del natural.

En contraste, el profesor Ken Gayley, de la Universidad de Iowa, adopta una visión más prudente al afirmar que “siempre partimos de la premisa de que estos objetos son naturales” y que sólo se consideraría otra posibilidad “si hubiera evidencia realmente contundente”.

Mientras tanto, los telescopios siguen atentos al enigmático visitante cósmico, que podría ofrecer pistas inéditas sobre los orígenes del universo.

Expectativa ante su acercamiento a la Tierra

El 19 de diciembre de 2025, el objeto se acercará a la Tierra, lo que permitirá obtener observaciones más precisas. “Eso es seis días antes de Navidad”, bromeó Loeb. “Mi esperanza es que no recibamos un regalo no deseado para las fiestas”.

Las imágenes más recientes, tomadas el 5 de noviembre de 2025 por el Telescopio de Descubrimiento Lowell en Arizona, revelan una esfera brillante sin cola visible, lo que intriga a los científicos. Si fuera un cometa natural, debería haber mostrado una larga estela de polvo tras su paso cercano al Sol. Según Loeb, la ausencia de cola podría implicar que perdió más del 13% de su masa durante el perihelio o que su composición es radicalmente diferente a la de los cometas convencionales.

El próximo incremento del ángulo entre el Sol y el objeto permitirá confirmar si, efectivamente, posee una cola o si estamos ante un fenómeno natural nunca antes visto y que pronto descubriremos. Mientras tanto, la comunidad científica se prepara para un diciembre histórico.

El paso de 3I/ATLAS no solo representa un acontecimiento astronómico, sino también un recordatorio del poder de la curiosidad humana. En un universo lleno de incógnitas, cada imagen y cada pregunta nos acercan un poco más a comprender nuestro lugar entre las estrellas.

Fuente: comercio.tv

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