El niño mexicano que movía objetos con la mente: ¿sobrenatural o fraude?

El caso de Joaquín Velázquez fue un misterio para la iglesia y la policía de la década de los treinta, su poder sobrenatural fue atestiguado por un par de reporteros del periódico La Prensa

Por algunos era temido, para otros admirado, pero en la década de los 30 un niño con telequinesis dejó asombrados a vecinos de la colonia Portales, así como a autoridades civiles.

Este caso tan misterioso del “Niño Prodigio” que mostró su raro poder con el que podía mover objetos sólo con su mente fue narrado y fotografiado por La Prensa y 83 años después retomamos el tema.

Durante los primeros días de mayo en 1983 el reportero de La Prensa, Guillermo Gil, se encaminó rumbo a la colonia Portales, donde se decía vivía un niño con aspectos sobrenaturales, capaz de con su sola presencia tener el poder de mover pesados objetos, hacerlos volar por los aires o simplemente atraerlos hasta sus pies.

Acompañado del reportero gráfico Miguel Casasola, el dúo del entonces “Diario Ilustrado de la mañana” se adentró con la policía para obtener información alguna sobre el niño con telequinesis, que aunque no fue precisa, ayudó a ubicar una botica donde una enfermera los llevó hasta la casa del “niño milagroso”, ubicada actualmente en el número 48 la calle Héroes de Churubusco.

La búsqueda del niño prodigio

De acuerdo con la crónica publicada en la edición del 5 de mayo de 1938 de La Prensa , fue la madre del niño quien recibió a los reporteros. Gracias a la compañía de la enfermera, los miembros del periódico pudieron ingresar a la humilde vivienda, en la cual según el reportero, las ventanas carecían de vidrios pues se quebraban al paso del niño.

Luego de presentarse como reporteros y explicarles sus intenciones de entrevistar al más pequeño de la familia, la mujer tuvo miedo de mostrarles a su hijo, y fue finalmente hasta que el señor Boldomero Velázquez, padre del niño, se integró a la conversación y convenció a su esposa de dejar que los informantes realizaran su trabajo y dieran a conocer el caso de su hijo, de nombre Joaquín Velázquez.

Previo a presentárselo, los padres de Joaquín compartieron experiencias de eventos previos en donde su hijo utilizó el poder sobrenatural que posee, entre estas, una “lluvia” de piedras contra una vecina que insultaba hasta el cansancio a la madre frente al pequeño, provocando el enojo que desató su “travesura”.

La mamá agregó que en otra ocasión el pequeño atrajo hasta ellos un par de monedas que eran necesarias para poder realizar unas compras.

Aunque la madre aseguró que no todo era asombroso, pues se quejaba del enorme desorden que dejaba el niño a su paso: vidrios rotos, trastes tirados y un constante ir y venir de muebles, todo por el extraño poder que poseía.

Incluso por un tiempo, señala la madre, pidió el apoyo de la policía para que los cuidara creyendo que las agresiones venían de sus vecinos, esto antes de descubrir que el responsable era el pequeño.

Una vez que se percató del extraño fenómeno, acudió a las autoridades civiles como la procuraduría y la Iglesia que según su testimonio, en el mundo sólo existían cuatro casos como el de Joaquín.

Su físico invita a la investigación

Con todo estos antecedentes, Gil y Casasola sabían que tenían frente a sí a un verdadero fenómeno, pese a lo desapercibido que pareciera ser a primera vista el muchachito.

Interrumpido constantemente por su madre, Joaquín contesta de manera breve a las preguntas de Gil.

Al ser cuestionado sobre si piensa o no que caigan las cosas, Joaquín respondió con un “a veces”; aunque negó rotundamente que sintiera en su cuerpo alguna reacción al momento de tirar los objetos o hacerlos levitar

Reconoció no saber qué poder es el que tenía para hacer volar los objetos, aunque aceptó con seguridad haber pensado en que llovieran piedras contra la vivienda de la mujer que insultaba a su madre. Cuando menos se dieron cuenta, periodistas y entrevistados estaban rodeados de curiosos vecinos, muchos de ellos que apreciaban a Joaquín y ratificaban todo lo expresado minutos antes.

Además de testimonios, los reporteros querían presenciar uno de los actos “milagrosos” del niño y para su asombro atestiguaron más de uno, esto luego de que Casasola se adentrara hasta la cocina para fotografiar los trastes y vajillas que permanecían en el suelo, cuando comenzaron a escuchar una fuerte lluvia de piedras sobre el tejado.

A unos metros de Gil cayó una pesada piedra, que por su tamaño, era difícil creer que el menor pudiera arrojarla por las alturas, sumado a que entonces el pequeño con sólo pensarlo ya tenía junto a él una mesa y una silla en la cual se sentó para despedir a los periodistas.

Al final les dio un acto más de su poder e hizo volar el sombrero del reportero por varios metros hasta caer a sus pies.

En sus últimas líneas y con verdadero asombro, Gil cierra su reportaje asegurando a los lectores:

No hay nada en él fantástico que sea de nuestra cosecha, y de lo que relatamos es lo cierto

Comentario de Guillermo Gil, La Prensa

Reflexivo, agradece que este niño vivía en la era del progreso, “porque si estuviésemos en la tenebrosa época de la Inquisición, Joaquín ya estaría a estas horas en ella”.

El poder de la mente

El poder sobrenatural que poseía el niño de la Portales no es el único caso documentado sobre telequinesis, un gran referente en este tema del que ni siquiera la ciencia encuentra explicación es el caso de Nina Kulagina, una mujer rusa cuyo poder logró quitarle la vida a un animal cuando era sometida a una serie de estudios que intentaban descifrar los enigmas que oculta este don.

La telequinesis tiene su origen griego de las palabras tele (lejos) y kinésis (movimiento), es considerada como una habilidad psíquica como la telepatía (hablar y escuchar mentalmente), la premonición (ver el futuro) o la mediumnidad (comunicarse con los espíritus).

En la misma crónica de Guillermo Gil cita los comentarios de la mamá del “niño prodigio”, quien al entrevistarse con autoridades de la iglesia le revelaron la existencia de otros tres casos similares, en Austria, Italia y Francia.

Pese a que este poder sobrenatural reta todas las reglas de la física, existe demasiada información sobre técnicas para desarrollar telekinesis en una persona común. Otra explicación podríamos encontrarla en los estudios que afirman que el ser humano solo utiliza el diez por ciento de su cerebro, sin imaginar lo que puede ser capaz si lo aprovechara al máximo.

Fuente: elsoldemexico.com.mx