El laboratorio mexicano que quiere convertirse en una fábrica de córneas

Un equipo de investigación del Tec de Monterrey ha logrado recuperar la visión de conejos ciegos a través de córneas creadas por ingeniería de tejidos. Su próximo objetivo es conseguirlo en humanos

Los ojos son los órganos más trasplantados en México. No toda su estructura, sino su capa más externa, la córnea; el único tejido transparente del cuerpo, la primera lente que encuentra la luz cuando esta penetra en nuestro globo ocular, como si atravesara un cristal. Más de la mitad de trasplantes que se llevan a cabo en el país son de córnea, pero menos del 50% de las personas que necesita una la recibe. “La culpa la tiene un sistema de donaciones que resulta ineficiente y con muchas trabas burocráticas. Los pacientes tienen que esperar entre seis meses y dos años para la cirugía que necesitan”, señala Jorge Eugenio Váldez García, oftalmólogo y cirujano en el Hospital Zambrano Hellion TecSalud, especialista combina su actividad clínica con la de laboratorio. El objetivo del grupo de investigación en Terapias Innovadoras en Oftalmología y Ciencias Visuales que dirige es crear la primera factoría mexicana de córneas sintéticas con ingeniería de tejidos.

Gracias a los avances en este campo científico, que en los últimos años llegó como una revolución biomédica, Váldez trata de dar una solución al actual problema de la falta de córneas de donantes a través del diseño de un sistema de cultivo para crearlas de forma artificial, un empeño realmente desafiante. “Dado que no hay suficientes donaciones, debemos crear una solución al problema”, afirma Valdez que en el 2020 logró regresar la visión de conejos ciegos gracias al tejido generado en su laboratorio. Como explica el investigador, “una de las dificultades que presentan las células del endotelio corneal es que no se regeneran y se pierden con el tiempo”.

En sus experimentos, el equipo de Valdez extrae células de córnea donada y las multiplica en placas Petri, recipientes de vidrio donde se puede hacer reproducir bacterias, virus y los componentes más pequeños que constituyen la vida, de las que crear tejidos y órganos. Una vez conseguidas las unidades necesarias, estas se colocan en una membrana sintética a base de colágeno similar a la proteína que presenta el ojo humano. “Y ya tendríamos unas córneas híbridas, igual de transparentes y eficientes que una normal”, asegura. “Aunque la técnica requiere de ojos donados de los que extraer el pequeño material biológico, con una sola córnea podemos crear hasta 10, lo que abarataría mucho los costos y agilizaría los los procesos, que tantas miles de personas puedan volver a ver bien cuanto antes”, afirma el oftalmólogo.

Se estima que en el mundo más de 12 millones de personas sufren de ceguera por daños en la córnea y, cada año, se producen dos millones de casos nuevos. Los trasplantes representan la única solución a este problema de salud y sólo uno de 70 afectados es intervenido. “Por desgracia, son excepcionales los países que cuentan con sistemas que puedan responder a esa necesidad y México no está entre ellos”, señala el experto del Tec, cuya investigación podría cambiar la vida de tantos pacientes con problemas visuales debidos a daño en la córnea. “Como la distrofia endotelial de Fuchs, una enfermedad ocular que afecta la parte anterior del ojo en la que células endoteliales mueren gradualmente”, explica.

Cuando la córnea sufre algún daño debido a un golpe o una infección puede desarrollar una opacidad que ocasiona pérdida de visión parcial o total. “También es común que esta salga dañada después de una mala intervención de cataratas, que es la operación oftalmológica más común”, detalla el investigador. Su proyecto se encuentra, de momento, en fase preclínica y el equipo sólo ha conseguido trasplantar córneas de laboratorio en animales. “Pero vamos muy avanzados y, si todo marcha bien, después de confirmar que funciona con células humanas, el objetivo será crear un dispositivo para personas afectadas con los problemas mencionados”, cuenta. A partir de la tecnología que están desarrollando se podrá realizar una incisión pequeña en el ojo del paciente y trasplantar el epitelio corneal artificial de manera segura y sin complicaciones. Lo que supondría un gran avance en el ámbito oftalmológico. “En la actualidad, no hay más de 10 grupos de investigación a nivel mundial que se dediquen al cultivo de córneas. Un trasplante transplante exitoso de este tipo en humanos sería una verdadera revolución”, anuncia Valdez.

Hasta la actualidad, este reto solo lo ha conseguido un grupo científico que llevó a cabo un estudio clínico en India con pacientes aquejados por queratocono, una afección del ojo que afecta al 2.3 % de la población del país, unos 30 millones de personas, y que se produce cuando la córnea se vuelve más fina y sobresale progresivamente en forma de cono, causando visión borrosa y molestias a la luz. De los veinte participantes del ensayo, catorce presentaban ceguera completa. Y, gracias a la operación, todos recuperan en gran medida algo de vista; tres de ellos lo hicieron al 100%.

Tras realizar los trasplantes con córneas artificiales, los investigadores vigilaron a los voluntarios durante dos años hasta llegar a la conclusión de que los implantes eran seguros de usar y eficaces. Aunque, como señala el estudio, publicado en la revista Nature, se trata de una muestra muy pequeña y con condiciones muy específicas de la enfermedad a tratar, el modelo de bioingeniería resultaría mucho más accesible que usar córneas de donantes.

Para Valdez, que lleva más de una década estudiando el funcionamiento del endotelio corneal y operando ojos, si su equipo de Terapias Innovadoras en Oftalmología y Ciencias Visuales llega al objetivo deseado, no sólo supondría aligerar de forma muy considerable la carga del sistema de donaciones en México, sino reducir los costos actuales de los procedimientos. “Ya que nuestro producto sería 60% más barato de lo que cuesta un trasplante de córnea”, apunta.

Precisamente, el dinero fue uno de los obstáculos con los que el equipo de Valdez se topó para continuar con una investigación de una década. La pandemia de covid-19 que paralizó al mundo entero en 2020, interrumpió también su investigación. Los fondos gubernamentales que habían obtenido a través de la convocatoria Fronteras de la Ciencia del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se acabaron un año después. “Si bien los recursos destinados a la investigación se han reducido en todo el mundo. En México hemos sufrido una serie de políticas que han hecho estancarse de forma drástica al desarrollo científico. No nos quedó de otra que reinventarnos”, explica Valdez.

En 2022 su equipo decidió entonces transformarse en una startup a la que llamaron ‘Ocular Biodesign’. Y, a través de una convocatoria de Venture Capital para proyectos de base científica-tecnológica latinoamericanos, la camarilla de investigadores consiguió los costosos recursos para seguir con sus experimentos. “Lo que hizo posible que avanzáramos mucho”, cuenta Valdez, quien se muestra muy optimista con los frutos de su investigación. “Con suerte, yo creo que en unos cinco años podremos tener ya nuestra factoría de córneas, la primera creada en México, una que pueda mejorar la calidad de vida de tantos mexicanos que esperan un trasplante que nunca llega”, afirma con orgullo el investigador.

Fuente: es.wired.com