Descubren por qué los puentes de acero no colapsan ante desastres: la clave está en las telarañas
Un equipo de investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universidad de Vigo (UVigo) ha publicado recientemente un estudio en la revista Nature que revela los mecanismos ocultos que permiten a los puentes de truss de acero resistir eventos catastróficos, como impactos o terremotos. Este hallazgo tiene un paralelismo sorprendente con el comportamiento de las telarañas, que se adaptan y siguen funcionando a pesar de sufrir daños.
José M. Adam, investigador del Instituto ICITECH de la UPV y coordinador del proyecto Pont3, explica que «hemos demostrado que, al igual que las telarañas pueden adaptarse y continuar atrapando presas después de sufrir daños, los puentes de truss de acero dañados pueden seguir soportando cargas incluso mayores que las que soportan en condiciones normales sin colapsar». Este descubrimiento es crucial, dado que los puentes son elementos críticos en las redes de transporte, y su colapso puede resultar en consecuencias devastadoras, tanto humanas como económicas.
Belén Riveiro, investigadora del Centro de Investigación en Tecnología, Energía y Procesos Industriales de la UVigo, añade que «en un contexto de eventos naturales cada vez más intensos e impredecibles, y de cambios ambientales que aceleran el deterioro de estas infraestructuras, es esencial asegurar que los puentes no colapsen tras un fallo local». Así, el estudio aporta avances significativos en la comprensión de la resistencia de las estructuras metálicas frente a situaciones críticas.
El legado de la naturaleza en la ingeniería
Hasta ahora, no se había logrado esclarecer por qué los fallos iniciales de ciertos elementos se propagan de manera «desproporcionada» en algunos casos, mientras que en otros apenas afectan la funcionalidad del puente. La investigación de los equipos de la UPV y la UVigo ha permitido identificar y caracterizar los mecanismos secundarios que otorgan a estos puentes una resistencia mayor, desarrollando una resistencia latente en lugar de un colapso total.
El investigador Carlos Lázaro, principal responsable de uno de los subproyectos del Pont3 en la UPV, señala que «gracias a esto, podemos entender cómo pueden seguir soportando cargas tras el fallo inicial de un elemento». Estos avances no solo son relevantes para la ingeniería civil, sino que también abren la puerta a nuevas estrategias para la monitorización, evaluación y reparación de puentes existentes, así como para establecer nuevos requisitos de robustez para estos importantes elementos de infraestructura.
Este trabajo se alinea con la tendencia reciente de aprender de la naturaleza para mejorar la seguridad de las infraestructuras. El año pasado, los investigadores descubrieron cómo prevenir el colapso de edificios ante eventos extremos, inspirándose en el comportamiento de los lagartos. En esta ocasión, han tomado como modelo las telarañas, cuyo comportamiento presenta similitudes con el de los puentes de truss de acero, como se demuestra al comparar su trabajo con otro estudio publicado en Nature en 2012 que se centró precisamente en telarañas.
Fuente: larepublica.es