¿Cuánta agua hay que beber durante una ola de calor?

Cuando las temperaturas alcanzan (o incluso superan) los 40° Celsius, el cuerpo tiende a sudar más y a perder líquidos. Por eso hay que estar atentos a los signos de deshidratación y saber cuánta agua hay que beber en esos casos

La pregunta de cuántos litros de agua hay que beber al día según la ciencia surge una y otra vez. En especial durante los días calurosos, cuando la sed se siente más.

Aunque no existe una cantidad mínima absoluta estipulada, ya que el número de litros ingeridos por persona varía debido a diversos factores, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los hombres beban unos 3.2 litros al día y las mujeres 2.7 litros de agua diarios.

Pero ¿qué ocurre cuando nos enfrentamos a una ola de calor con temperaturas que alcanzan los 40° Celsius (o incluso más) y sensación de quemazón? ¿Cambia la recomendación de beber agua?

Ola de calor: ¿cuánta agua hay que beber cuando la temperatura alcanza los 40° C?

Además de la cantidad diaria recomendada para cada persona, en los días de calor vale la pena prestar atención a los posibles síntomas de deshidratación para ver si es necesario beber aún más líquido, señala Thaís Regina Barca de Moraes, licenciada en Nutrición por la Universidad Presbiteriana Mackenzie y posgraduada en Nutrición Aplicada al Ejercicio Físico por la Universidad de São Paulo (USP) de Brasil.

“La boca y la piel secas, la sensación de debilidad, la fatiga, o los mareos, indican que hay que beber más agua”, subraya la especialista. “Esta debe tomarse de forma fraccionada a lo largo del día para no beber demasiada de golpe y luego pasar horas sin beber nada. Esto ayuda al cuerpo a mantenerse hidratado durante todo el día”, añade.

La nutricionista indica que, en general, todas las personas deben beber agua a cada hora, especialmente durante los periodos de calor excesivo, e ingerir entre 200 y 300 mililitros con cada toma.

“Quienes practican deportes necesitan hidratarse antes, durante y después del ejercicio”, agrega la especialista brasileña.

Barca de Moraes subraya que la ingesta de agua recomendada para cada persona varía en función del sexo, la edad, el peso, si realiza actividad física o es sedentaria, o si trabaja al aire libre, por ejemplo. También hay otras condiciones que requieren precaución.

“Las personas con enfermedades preexistentes como diabetes, problemas cardíacos, enfermedades renales y enfermedades respiratorias crónicas (como el asma), así como trastornos metabólicos (como trastornos tiroideos) y enfermedades neurológicas, necesitan aún más atención en los días de mucho calor, porque la falta de agua puede afectar a su bienestar físico y mental”, explica.

¿Cuál es la ingesta de agua recomendada para niños y ancianos durante una ola de calor?

En el caso de los niños, siempre es mejor ofrecer agua fresca cuando los padres noten que el niño ha estado mucho tiempo en un ambiente cargado o tiene sed.

“La mejor forma de mantener sano a un niño es que beba agua. Hay que evitar ofrecerle bebidas azucaradas, como los refrescos, o muy calóricas y estimulantes, como las bebidas isotónicas y energéticas”, subraya el pediatra y neonatólogo Nelson Douglas Ejzenbaum, miembro de la Academia Americana de Pediatría. “Los niños menores de seis meses deben beber leche materna, no agua”, aclara.

Los ancianos tienden a sentir menos sed que los jóvenes, explica el geriatra Natan Chehter, miembro de la Sociedad Brasileña de Geriatría y Gerontología y del Hospital Estatal Mário Covas, de São Paulo. Por eso hay que tener cuidado para evitar la deshidratación.

“En la práctica, hay que animar a las personas mayores a hidratarse aunque no tengan sed”, insiste el médico. “En términos muy generales, conviene aumentar el aporte y, en los días calurosos, beber al menos dos litros de agua para equilibrar las pérdidas. Un buen parámetro es fijarse en la orina, que debe estar bien diluida”, concluye el especialista.

Fuente: nationalgeographicla.com