Científicos luchan por crear el primer sincrotrón de México

El proyecto del acelerador de partículas fue abandonado por el gobierno de Hidalgo

Los científicos mexicanos siguen su lucha de crear el primer sincrotrón de México, a pesar de que su proyecto no lograra avanzar por segunda vez.

Al ver las limitaciones del país para desarrollar una infraestructura científica tan compleja, optaron por establecer una alianza a nivel regional con quienes impulsan esfuerzos similares, denominada como Greater Caribbean Light Source Initiative (GCLSI).

“Sabemos que ahorita, aunque se ha avanzado mucho en el tema sincrotrón en México, todavía no estamos lo suficientemente maduros para que continúe la idea en este contexto político”, dijoe en entrevista telefónica Víctor del Río, quien coordinaba el Comité de Asesoría Internacional del Proyecto Sincrotrón, en Hidalgo.

“Ahora de lo que se trata es de ver cómo podemos sumar esfuerzos en esta alianza para que empecemos a trabajar sobre la posibilidad de que se construya, si no un sincrotrón en México, por lo menos uno en el Gran Caribe, y que incluya a México, Colombia, toda Centroamérica”, señaló.

¿Qué es un sincrotrón y para qué sirve?

Un sincrotrón es un acelerador de partículas capaz de generar una luz más intensa que la del propio Sol, y que al iluminar la materia, en forma de un potente haz, permite conocer su estructura molecular.

Del Río, investigador del Instituto Real de Tecnología de Melbourne (RMIT), lo equipara con el Telescopio Espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés), sólo que dirigido hacia el mundo microscópico.

Una herramienta de gran valor para industrias como la de la biotecnología, en el desarrollo de nuevos fármacos y vacunas.

“De hecho, sin la tecnología de sincrotrón hubiera sido impensable poder haber tenido una serie de vacunas contra el Covid-19 en menos de 18 meses como lo vimos en el mundo”, declaró.

Sin embargo, el uso de los sincrotrones no se limita a la medicina, ya que también es posible analizar muestras minerales, yacimientos de petróleo, materiales de la industria del acero y el carbón, fósiles, reliquias históricas y obras de arte.

Es decir, una facilidad de este tipo, de dimensiones semejantes a las de un estadio deportivo, congrega tanto a físicos ingenieros e informáticos, como a químicos, biólogos, matemáticos, historiadores, arqueólogos y profesionales del arte, entre otros especialistas.

“El mundo ha invertido más de 50 mil millones de dólares diseñando, construyendo, operando, manteniendo y actualizando este tipo de tecnologías, con 55 sincrotrones en el mundo en los últimos 30 años. Y es porque este tipo de tecnologías está acelerando de manera brutal los resultados científicos”.

“Lo que normalmente tú puedes lograr en 5 años o en 7, con un sincrotrón lo haces en dos semanas”, resalta el académico del RMIT.

Desinterés en México

Con un capital semilla de 500 millones de pesos y la instauración de un órgano coordinador (REFORMA, 17/06/19), el sincrotrón en Hidalgo parecía prácticamente una realidad, previsto incluso para estar listo en 2025.

Al ser una iniciativa tan ligada al gobierno de Omar Fayad, recientemente designado Embajador de México en Noruega, todo se vino abajo en cuanto terminó su gestión.

“El gobierno (estatal) decidió apoyar el proyecto; se consiguieron 500 millones de pesos aprobados por el Congreso de Hidalgo como capital semilla para empezarlo; se formaron dos comités, uno nacional y uno internacional, y se organizó todo un esquema jurídico para crear una institución que manejara los recursos”, recuerda Del Río.

“Todo iba bien. La única cuestión es que el gobernador Fayad tomó la decisión de que él no iba a invertir este dinero a menos que la Federación hiciera una contraparte; esta contraparte nunca llegó, y el gobernador decidió no gastar el dinero. Terminó su gestión, y el proyecto entró en el congelador; entonces, el dinero se regresó a recursos consolidados, no se ejerció en el tema sincrotrón”.

El nuevo plan

Desde la todavía joven alianza GCLSI, que busca a su vez estrechar lazos con un grupo similar en África, la ruta para establecer un sincrotrón en Latinoamérica es clara y apunta a lo más alto: el reconocimiento de la UNESCO.

“Parte de nuestra estrategia es que en 2024 la UNESCO respalde una moción donde se demuestre claramente la importancia que tienen estas tecnologías para que los países puedan responder a encontrar sus propias soluciones”, comparte Víctor del Río.

“Eso es importante porque estamos diciendo que esto no es un juguete de los científicos, de los físicos, sino un instrumento básico para hacer ciencia”, agrega el académico.

Todo esto parte del precedente sentado en 2002, cuando dicho organismo internacional aprobó una moción para la construcción del sincrotrón SESAME, ubicado en Jordania, pero producto de una alianza entre naciones de Medio Oriente, incluidas Israel y Palestina.

La GCLSI, que ha estado haciendo presentaciones en diversos foros, también tiene planeado comenzar a capacitar científicos en el uso de esta tecnología para generar una masa crítica de, por lo menos, 5 mil usuarios en la región.

Esto en lo que avanza el proceso en la UNESCO y se define en dónde podría construirse el sincrotrón.

¿Podría resultar que lo hagan en México?

“El país tiene todas las condiciones, todas las condiciones, para que se pueda hacer; en comunicaciones, en investigadores. Pero necesitamos la voluntad. No queremos un elefante blanco, queremos que los científicos lo usen; entonces, necesitamos a los políticos que tomen la decisión para invertir, y necesitamos a los científicos que tomen la decisión para capacitarse y utilizar este tipo de tecnología”, declaró Víctor del Río.

Fuente: sipse.com