Este descubrimiento, publicado en Physical Review Letters, revela que toda secuencia de rotaciones, sin importar su complejidad, puede revertirse exactamente duplicándola con ángulos reescalados
Imagina un giroscopio que atravesó una secuencia caótica de giros y rotaciones. ¿Cómo devolverlo exactamente a su posición original? Durante décadas, este problema desafió a físicos e ingenieros, considerándose en muchos casos prácticamente irresoluble.
Ahora, dos físicos teóricos demostraron algo extraordinario: existe un método universal que funciona para cualquier sistema rotatorio.
El profesor Tsvi Tlusty de UNIST (Corea del Sur) y Jean-Pierre Eckmann de la Universidad de Ginebra publicaron un artículo que prueba matemáticamente que cualquier secuencia de rotaciones puede revertirse mediante un procedimiento específico: aplicar la secuencia completa dos veces, re-escalando uniformemente todos los ángulos de rotación.
Lo más sorprendente del resultado es su carácter contraintuitivo: hacerlo una sola vez nunca funciona, pero duplicar la trayectoria garantiza el retorno exacto al punto de partida.
Este «botón de reinicio» podría transformar tecnologías que dependen del control preciso de sistemas rotatorios, desde la resonancia magnética hasta la computación cuántica.
La matemática de las rotaciones: un problema fundamental resuelto
Las rotaciones en tres dimensiones se describen mediante estructuras matemáticas conocidas como grupos de lie. Para objetos clásicos, el grupo relevante es SO(3); para sistemas cuánticos de espín-1/2, como qubits, es SU(2). Estos grupos fueron estudiados durante más de un siglo y son fundamentales en prácticamente todas las áreas de la física moderna.
El problema que Tlusty y Eckmann abordaron puede formularse así: si un sistema experimenta una secuencia arbitraria de rotaciones, ¿bajo qué condiciones esta caminata retorna hacia el punto de partida?
Los investigadores demostraron que casi cualquier caminata en SO(3) o SU(2), incluso extraordinariamente compleja, retornará preferentemente hacia el origen mediante un protocolo específico.
Primero, todos los ángulos de rotación de la secuencia original deben re-escalarse uniformemente por un factor común. Segundo, esta secuencia re-escalada debe aplicarse dos veces consecutivas. El resultado es matemáticamente exacto: el sistema retorna con precisión perfecta a su configuración inicial.
El grupo SU(2) describe matemáticamente rotaciones en el espacio, pero tiene una forma especial: su estructura es como una esfera de 4 dimensiones (una «3-esfera»).
Por eso, cuando giras un objeto 360° (2 radianes), no vuelves exactamente hacia el punto de partida dentro de este espacio matemático; hace falta un giro completo de 720° (4) para cerrar el ciclo completamente.
Fuente: cronista.com
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