Científicos envían energía solar a la Tierra de manera inalámbrica por primera vez

Al centro de nuestro Sistema Solar existe la fuente de energía más grande con la que podríamos contar, no obstante, los métodos de recolección de energía solar y conversión a energía eléctrica son todavía precarios. Es por esto que los científicos están tratando de encontrar nuevas formas de hacerlo posible y por primera vez, logran transmitir energía solar directamente desde el espacio.

En una sociedad tecnológica como en la que vivimos actualmente, el uso de energía eléctrica es fundamental. Pero de toda la energía producida en el mundo, tan sólo un porcentaje pequeño proviene de fuentes renovables, es decir, que no tienen impactos altos para el medio ambiente y además, son inacabables. La energía solar representa el 3.6% de la producción de energía en todo el mundo, un porcentaje que se espera crezca hasta el 40% para 2035 y el 45% para 2050.

No obstante, la tecnología de recolección de energía solar trae consigo sus propios desafíos, pues está sujeta a la intermitencia de la exposición solar, después de todo no hay luz solar las 24 horas. Pero los científicos creen que enviar celdas solares hacia el espacio, donde estarán expuestas a los rayos del sol todo el tiempo, es la solución y de hecho, ya han logrado enviar energía desde el espacio.

Un dispositivo en órbita recoge energía solar

Investigadores del Proyecto de Energía Solar Espacial (SSPP) del Caltech, completaron la primera transferencia de energía inalámbrica exitosa utilizando el Microwave Array for Power-transfer Low-orbit Experiment (MAPLE). El equipo envío al espacio su Demostrador de Energía Espacial (SSPD) a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX y ahora mismo está en órbita terrestre.

La plataforma desplegable, consta de una matriz de transmisores de microondas livianos y flexibles controlados por chips electrónicos personalizados. El demostrador se construyó utilizando tecnologías de silicio de bajo costo diseñadas para recolectar energía solar y transmitirla a las estaciones receptoras que serán distribuidas por todo el mundo.

Cada unidad de SSPD pesa alrededor de 50 kilogramos y se pliega en paquetes de aproximadamente 1 metro cúbico. Pero una vez que está en órbita, el dispositivo se despliega como si de origami se tratara y forma un cuadrado plano que mide 50 metros por lado. Las células solares se ubican en un de los costados, mientras que el otro está ocupado por transmisores de energía inalámbricos.

La primera transmisión inalámbrica de energía espacial

Usando MAPLE y los SSPD, los investigadores lograron recolectar y transmitir la energía solar directamente desde el espacio. La señal de energía fue detectada por un receptor en el Laboratorio de Ingeniería Gordon y Betty Moore del Caltech. Los investigadores dijeron que la señal se recibió en el momento y la frecuencia esperados y tuvo el cambio de frecuencia previsto en función de su órbita.

“La demostración de la transferencia SSPD energía inalámbrica en el espacio utilizando estructuras livianas es un paso importante hacia la energía solar espacial y un amplio acceso a ella a nivel mundial”, dijo Harry Atwater, Presidente de Liderazgo Otis Booth de la División de Ingeniería y Ciencias Aplicadas. Agregó que “los paneles solares ya se usan en el espacio para alimentar la Estación Espacial Internacional, por ejemplo, pero para lanzar y desplegar matrices para proporcionar energía a la Tierra, SSPP tiene que diseñar y crear sistemas de transferencia de energía solar que sean ultraligeros, baratos y flexibles”.

Esta es la primera vez que un dispositivo envía energía solar de manera inalámbrica hacia la Tierra de manera exitosa, un hecho que marca un parteaguas para el uso de energías renovables en el planeta.

Fuente: ecoosfera.com