Científicos descubren la verdad del fenómeno lumínico que nadie sabe qué es

El enigmático fenómeno natural “Fuerte Aumento de la Velocidad de Emisión Térmica” (Steve por sus siglas en inglés), que sorprendió al mundo en el 2016 al iluminar el cielo con emisiones rojizas y verdes, se produce por partículas cargadas del campo magnético de la Tierra y electrones que excitan los átomos de la atmósfera.

Así lo determinó un reciente estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters y que fue tomado como referencia por la Unión Geofísica Americana (AGU, por sus siglas en ingles).

En un principio se pensaba que este fenómeno de gran bellezase trataba de un tipo de Aurora Borelis, pero esta teoría posteriormente fue desmentida por los expertos.

El nuevo estudio explicó que el resplandor verde, nombrado “Vallas de estacas” por tener forma de columna vertical, se origina por la precipitación de partículas espaciales (electrones y protones) del viento solar, que estimulan los átomos de las capas altas de la atmosfera haciéndolas brillar.

Aunque este procedimiento es similar al que producen las auroras convencionales, resulta que las “vallas de estacas” de Steve se observan mucho más lejos del polo.

En el caso del resplandor rojo, se crea por la emisión termal que realizan “las partículas cerca de la plasmasfera, capa del magnetósfera de la Tierra llena de plasma calentada hasta temperaturas de entre 6.000 y 35.000 grados centígrados”, reseña el portal RT.

No es una aurora normal

El estudio concluyó que se trata de dos procesos totalmente diferentes, es decir, la creación de los destellos purpuras, rojos y verdes. Por ello, Steve no puede catalogarse como una aurora normal.

La coautora del nuevo estudio, Bea Gallardo-Lacourt, explicó que “la aurora se define por la precipitación de partículas […] mientras que el brillo atmosférico de STEVE proviene del calentamiento sin precipitación de partículas”

Asimismo, la experta advirtió a la AGU que: «los electrones precipitantes que causan las ‘vallas de estacas’ verdes son, por lo tanto, auroras, aunque esto ocurre fuera de la zona auroral, por lo que es realmente único«.

El estudio de la naturaleza dual de STEVE puede arrojar luz sobre el movimiento de partículas en las capas más altas de la atmósfera, que potencialmente pueden dañar el funcionamiento de satélites, indicó el reportaje publicado por ScienteAlert.

Fuente: elciudadano.com