Científicos captaron por primera vez en video el proceso de eliminación de las neuronas muertas en el cerebro y es un avance para encontrar una cura a enfermedades cognitivas.

A diferencia de la mayoría de las células en el cuerpo humano, se sabe que cuando una neurona muere no tiene la capacidad de regenerarse.

Aunque no se recuperen o nazcan nuevas neuronas, el cerebro tiene un sistema de ‘limpieza’ para deshacerse de todas aquellas células cerebrales que dejaron de ser funcionales.

Una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale estudió el proceso en cerebros de ratones y registró la limpieza de células muertas en video.

Los científicos utilizaron una técnica para programar la muerte de algunas neuronas y seguir su rastro con marcadores fluorescentes, el cual reveló la intervención de al menos otras tres células cerebrales.

Las células gliales son las encargadas de deshacerse de las células muertas a través de tres pasos en los que intervienen las microglias, los astrocitos y las células NG2.

Según la investigación, las microglias envuelven coordinadamente el cuerpo de la neurona muerta y sus conectores principales, también conocidos como dendritas.

Los astrocitos eliminan las dendritas más delgadas y las NG2 son las encargadas de frenar la propagación de la célula muerta a otras partes del cerebro.

En caso de que las NG2 no cumplan con su función, entran en acción otras células externas que, a su vez, activan una red de comunicación entre células gliales. De esta manera, las células gliales ‘absorben’ y se deshacen de las neuronas muertas.

Dado que el estudio fue realizado en ratones, los científicos no tienen certeza de que el sistema funcione de la misma manera en un cerebro humano; sin embargo, podría dar pistas del deterioro cognitivo y la demencia.

De acuerdo con los investigadores, el proceso es menos eficaz en los cerebros de ratones viejos, lo cual es un indicador de que no solo las neuronas se deteriora, sino el resto de células cerebrales también.

Según los científicos, un fallo en el proceso en edades tempranas podría conducir a trastornos en el desarrollo neurológico y está ligado a la disminución de capacidades cognitivas en una edad avanzada.

El estudio abre posibilidades de nuevas investigaciones de enfermedades cognitivas y los posibles tratamientos, una vez que comprueben que el sistema funciona de la misma manera en humanos.

Fuente: vix.com