Adelanto del agujero de ozono antártico se asocia al volcán de Tonga
El agujero de ozono en la Antártida de 2023 tuvo un comienzo temprano este invierno austral y un nuevo estudio sostiene que puede estar ligado a la explosión del volcán de Tonga en enero pasado
Hasta ahora, el desarrollo del agujero de ozono en 2023 está una o dos semanas por delante, en comparación con la mayoría de los años en los 43 años del reanálisis combinado.
El seguimiento del agujero de ozono del hemisferio sur por parte del Servicio de Monitoreo de la Atmósfera (CAMS) de Copernicus ha mostrado un desarrollo más temprano que el promedio en agosto de 2023, alcanzando rápidamente un área de más de 16 millones de km2 al 29 de agosto.
Los valores mínimos de la columna de ozono del CAMS han sido inferiores al promedio durante gran parte de julio y agosto, pero ahora están volviendo a valores más típicos a medida que aumenta el área del agujero de ozono.
El agujero de la capa de ozono empezó a crecer rápidamente a principios de agosto, más rápidamente de lo que era habitual en años anteriores. El desarrollo del agujero de ozono en 2023 se ubica como el décimo más grande en agosto en el conjunto de datos combinados de reanálisis de 43 años, informa Copernicus en un comunicado.
Los datos mínimos del área del agujero de ozono y de la columna de ozono SH mostraron áreas sustanciales de niveles bajos de ozono a principios de julio, que se han registrado sólo una docena de veces en las últimas cuatro décadas. La serie temporal del déficit de masa de ozono muestra cómo 2023 es uno de los años con el agotamiento más temprano del ozono, el noveno mayor déficit de masa de ozono antes del 30 de agosto en el conjunto de datos.
Se cree que la erupción del volcán Hunga-Tonga en enero de 2022, que inyectó a la estratosfera cantidades sin precedentes de vapor de agua (50 millones de toneladas según estimaciones), que alcanzó la estratosfera antártica después del final del agujero de ozono antártico de 2022, es un factor que contribuye a este rápido desarrollo.
Esta teoría es consistente con la física de la estratosfera y la química del agujero de ozono.
Por un lado, el aumento del vapor de agua disponible puede conducir a una mayor formación de nubes estratosféricas polares en las que los CFC pueden reaccionar para acelerar el agotamiento del ozono. Además, el vapor de agua podría contribuir a enfriar la estratosfera antártica potenciando la formación de estas nubes estratosféricas polares y dando como resultado un vórtice polar más fuerte.
La influencia precisa de la erupción de Hunga Tonga en el agujero de ozono del hemisferio sur aún es materia de investigación, ya que no hay precedentes de que tales cantidades de vapor de agua se hayan inyectado en la estratosfera en las observaciones modernas, advierte Copernicus.
Fuente: Europa Press