Llegarán pronto, pero no serán como nos han hecho creer.
En un futuro cercano, un chofer electrónico nos llevará a donde queramos ir, en el momento en que lo deseemos y con total seguridad… siempre y cuando no tengamos que girar a la izquierda a través del tráfico. Las cambiantes superficies de las carreteras también supondrán un problema, igual que la nieve y el hielo. Será de crucial importancia evitar a los agentes de tráfico, a los vigilantes de los cruces de peatones ante las escuelas y a los vehículos para emergencias. Además, en entornos urbanos, donde es probable que un peatón aparezca de repente frente al coche, quizá deberíamos ir a pie o en metro.
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