La impresión 3D ha entrado con fuerza en el sector sanitario. Los cirujanos ya utilizan modelos impresos en 3D para planificar las intervenciones que van a realizar, se están fabricando prótesis de rodillas personalizadas y las escayolas tradicionales muy pronto formarán parte del pasado. Sin embargo, todos estos beneficios a veces están limitados por su precio o por la distribución de las empresas que las comercializan, que no llega a todas partes. Así que cuando el joven guatemalteco Julio Fajardo entró en contacto con la tecnología, decidió que intentaría que sus avances pudieran llegar a cualquier rincón del mundo. Su propuesta es una prótesis para amputaciones por debajo del codo que cualquiera puede fabricar por menos de 500 dólares (unos 450 euros) y una impresora 3D. Gracias a este avance, Fajardo se ha convertido en uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 Centroamérica 2016 de MIT Technology Review en español.
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