Sismómetro escuchó por primera vez ‘zumbido de baja frecuencia’ en el fondo del océano
Geofísicos por primera vez pudieron medir, con ayuda de un sismómetro de fondo marino, oscilaciones libres periódicas del fondo oceánico. Tales fluctuaciones se observan incluso con ausencia total de actividad sísmica, escriben los científicos en Geophysical Research Letters.
Las oscilaciones libres de la corteza terrestre provocan anomalías acústicas: el zumbido de la Tierra, que puede registrarse utilizando sismómetros. Estas anomalías se descubrieron por primera vez en 1998, y luego se registraron repetidamente durante períodos de ausencia total de actividad sísmica. Se cree que pueden surgir como resultado de la resonancia acústica entre la atmósfera y una superficie sólida o debido a la interacción de una superficie sólida con olas oceánicas largas. Pero, la causa exacta de estas oscilaciones aún no se ha establecido.
Para evaluar si es posible registrar dichas oscilaciones cuando no hay terremotos en el fondo del océano, un grupo de geofísicos de Francia y Alemania, bajo la dirección de Martha Deen, del Instituto de París de Física de la Tierra, estudiaron por primera vez las oscilaciones libres del fondo del mar utilizando sismómetros de fondo oceánico. Las mediciones se llevaron a cabo durante el año en dos puntos del Océano Índico al este de Madagascar, a una profundidad de 4.540 y 4.260 metros.
Para distinguir, de la señal recibida, el componente que está relacionado específicamente a las oscilaciones libres de la superficie, los geofísicos consideraron el impacto de las ondas infragravitatorias -ondas de la superficie del océano, con una frecuencia de uno a cinco minutos- y las corrientes de fondo, que dificultan trazar la oscilación de longitud deseada de la onda.
Los datos obtenidos de dos dispositivos en ausencia total de actividad sísmica, coinciden y sugieren la presencia de constantes oscilaciones libres de baja frecuencia de la superficie del fondo con una frecuencia de 2,9 a 4,5 milihercios. Esto es, aproximadamente, 10 mil veces menos que el umbral de audibilidad humano. La frecuencia y amplitud de estas oscilaciones varían ligeramente con el tiempo. Sin embargo, no se encontró la dependencia estacional que los científicos habían asumido antes. Además, los científicos compararon los hallazgos con una señal obtenida por uno de los sismómetros ubicados en tierra, y resultó que los datos coinciden entre sí, tanto en frecuencia como en amplitud de la señal.
Los autores sostienen que con la ayuda de los datos obtenidos serán capaces de evaluar con mayor exactitud las causas de las anomalías sonoras de baja frecuencia en la Tierra, así como describir con más detalle los procesos que tienen lugar en las capas más profundas de la corteza y el manto de la Tierra.
Fuente: nmas1.org