El misterioso avión espacial militar X37B de EEUU despegó este 29 de diciembre desde el Centro Espacial Kennedy en su séptima misión. Por primera vez se lanzó en un cohete Falcon Heavy de Space X.

El lanzamiento se produjo a las 01.07 UTC después de dos semanas de retrasos. Los primeros dos intentos a principios de este mes se retrasaron por el mal tiempo y un problema con el equipo terrestre.

SpaceX cerró su transmisión en vivo del lanzamiento del Falcon Heavy antes de que el X-37B se desplegara en su órbita final a petición de la Fuerza Espacial de EE.UU., informó Space.com.

La nueva misión X-37B, conocida como OTV-7 (“Vehículo de prueba orbital-7”) así como USSF-52, aparentemente aprovechará la potencia del Falcon Heavy, segundo lanzador más potente en operación solo superado por el cohete lunar SLS de la NASA. Los principales objetivos del vuelo “incluyen operar el avión espacial reutilizable en nuevos regímenes orbitales”, escribieron funcionarios de la Fuerza Espacial en un avance de la misión el mes pasado.

El X-37B se parece al transbordador espacial retirado de la NASA pero es mucho más pequeño. El vehículo no tripulado tiene sólo 8,8 metros de largo y una envergadura de 4,6 metros. Cada transbordador orbital, por el contrario, tenía 37 metros de largo y una envergadura de más de 24.

Se cree que la Fuerza Espacial posee dos vehículos X-37B, ambos construidos por Boeing. Los aviones espaciales se utilizan principalmente como bancos de pruebas orbitales, lo que permite a los militares ver cómo funcionan y se comportan los instrumentos en el entorno espacial. No se sabe mucho sobre este equipo; Los detalles sobre las misiones del X-37B, desde sus planes de vuelo hasta sus cargas útiles principales, tienden a ser clasificados.

Por ejemplo, la Fuerza Espacial establece los objetivos del OTV-7 sólo a grandes rasgos. Además del objetivo de “nuevos regímenes orbitales”, el vuelo “ampliará el conocimiento de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos sobre el entorno espacial al experimentar con futuras tecnologías de concienciación del dominio espacial”, escribieron funcionarios de la Fuerza Espacial en la descripción de la misión. “Estas pruebas son fundamentales para garantizar operaciones seguras, estables y protegidas en el espacio para todos los usuarios del dominio”.

Sin embargo, no todo lo que el avión espacial pone en órbita es secreto; Rutinariamente también se requiere algo de equipo civil. Por ejemplo, un experimento de la NASA llamado Seeds-2 está viajando en OTV-7.

Seeds-2 “expondrá las semillas de las plantas al duro entorno de radiación de los vuelos espaciales de larga duración”, escribieron funcionarios de la Fuerza Espacial. El proyecto “se basará en los éxitos de experimentos anteriores, allanando el camino para futuras misiones espaciales tripuladas”, agregaron.

No está claro cuánto durará OTV-7, pero seguramente la misión no será corta. Las seis misiones anteriores del X-37B duraron más de siete meses cada una, y cada una superó la duración de sus predecesoras. Así, OTV-6 duró 908 días, desde el lanzamiento el 17 de mayo de 2020 al aterroizaje el 12 de noviembre de 2022.

Las seis misiones anteriores volaron todas en órbita terrestre baja, a sólo unos cientos de kilómetros sobre nuestro planeta. El Falcon Heavy podría llevar al X-37B mucho más alto, potencialmente hasta la órbita geosincrónica, a uno 35.000 kilómetros de altura. Pero no está claro si ese es el plan para OTV-7.

Los primeros cinco vuelos del X-37B despegaron sobre cohetes Atlas V de United Launch Alliance. SpaceX ha proporcionado servicios de lanzamiento para los dos más recientes: OTV-6 voló en un Falcon 9 y OTV-7 en un Heavy.

Fuente: europapress.es