Primera misión antártica del robot submarino Boaty McBoatface

Unos investigadores evaluarán el flujo del agua y la turbulencia submarina en el Paso de Orkney, una región en el océano Glacial Antártico, a unos 3.500 metros de profundidad y a cerca de 1.000 kilómetros de la península antártica.

El equipo internacional de Alberto Naveira Garabato, de la Universidad de Southampton, utilizará para ello uno de los robots subacuáticos más recientes y desarrollados por el Centro Nacional de Oceanografía (NOC) del Reino Unido.

El sumergible robótico viajará repetidamente a través de la corriente abisal del Agua Antártica de Fondo, a lo largo del paso de Orkney, midiendo al mismo tiempo la intensidad de las turbulencias. Esta corriente se forma frente a la costa de la Antártida cuando los vientos fríos procedentes de la capa de hielo enfrían la superficie del mar. El agua fría y más densa resultante se hunde y se mueve hacia el norte, formando una parte importante de la circulación global del agua oceánica.

Las últimas evidencias obtenidas sugieren que los vientos cambiantes sobre el océano Glacial Antártico afectan a la velocidad de las corrientes en el fondo marino que transportan el agua antártica allí. La velocidad de estas corrientes determina lo turbulento que es su flujo alrededor de las cordilleras montañosas bajo el agua. Un flujo más rápido es más turbulento, y en esta turbulencia se mezcla más calor en el Agua Antártica de Fondo procedente de capas oceánicas superiores y más calientes, calentando así a su vez las aguas abisales de camino al ecuador, lo que afecta al clima global.

Fuente: noticiasdelaciencia.com