Después de perder algún miembro del cuerpo se producen cambios cerebrales como la reorganización de la corteza sensorial y motriz, al tiempo que se reduce la comunicación entre los hemisferios, lo cual se correlaciona con una percepción de malestar denominada dolor de miembro fantasma. Este padecimiento puede ser crónico y neuropático, es decir, no desaparece con el tiempo, ya que es causado por un mal funcionamiento del sistema nervioso.
Ante ello, el doctor Max Ortiz Catalán, profesor de Chalmers University of Technology en Gotemburgo, Suecia, innova un tratamiento para dolor del miembro fantasma a partir de realidad aumentada. El método permite restaurar el estado cerebral de los pacientes que lo han probado y con ello disminuir el malestar provocado por la amputación.
El especialista explicó que después de perder una extremidad, los músculos que aún quedan son capaces de generar contracciones, mismas que durante la terapia son captadas por unos electrodos previamente colocados en el muñón. Estos transfieren los impulsos a unos amplificadores que se encargan de intensificar las señales mioeléctricas, emitidas por los músculos al contraerse.
Posteriormente, esa energía es digitalizada y procesada por una serie de algoritmos que reconocen patrones y decodifican la intención de movimiento. Cabe señalar que el software con el que funciona el tratamiento, también fue desarrollado por Ortiz Catalán.
Una vez descifradas las intenciones de movimiento del paciente, los algoritmos de control lo proyectan en realidad virtual o aumentada. De esta manera, quien utilice el tratamiento puede observar en una pantalla o diadema la acción en tiempo real como resultado de las contracciones generadas por la extremidad.
“La computadora aprende qué contracciones están relacionados con un movimiento en específico, por lo que la próxima vez que el paciente intente ejecutarlo, el sistema relacionará a dichos patrones de actividad muscular y moverá la extremidad virtual”, acotó el mexicano.
Para reflejar la imagen en el monitor se utiliza una webcam dirigida a la persona y se coloca un marcador en el muñón que indica donde se tiene que ubicar la extremidad virtual para que corresponda anatómicamente. Así, el paciente puede controlar la mano de la misma manera que lo hacía con la biológica.
El intentar ejecutar un movimiento y observar que sucede, provoca que el cerebro comience a utilizar las mismas áreas que usaba comúnmente antes de la amputación. Así el dolor desaparece.
Por otra parte, el científico, quien recientemente fundó un laboratorio de biomecatrónica y neurohabilitación dentro de la misma universidad, explicó que la terapia consiste en dar indicaciones de movimiento a los pacientes, desde los más sencillos hasta los complejos. También se usan juegos y trabajos de concentración para generar maniobras más precisas.
A la fecha se han hecho pruebas clínicas y tratado pacientes con los “peores casos”, en otras palabras, a personas que tienen más de diez años con el padecimiento y han intentado otro tipo de terapias sin que les funcione. Ello aseguraría su efectividad al probarlo en pacientes con menos complicaciones, aseguró el doctor Ortiz Catalán.
Asimismo, el experto indicó que algunas universidades en Japón, Holanda, Bélgica y Austria ya han aplicado el tratamiento y han obtenido buenos resultados.
El procedimiento puede ser aplicable a cualquier tipo de persona y está en etapa de patente, no obstante, para fines de investigación el desarrollo está abierto para que otros científicos puedan trabajar en él.(Agencia ID)