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“Las donaciones de Epstein al MIT Media Lab eran un secreto a voces”

Hace dos semanas, el entonces director del MIT famoso Media Lab (EE. UU.), Joichi Ito, dimitió después de las publicaciones que destaparon su relación con el deshonrado financiero Jeffrey Epstein. The New Yorker publicó que Ito había recibido donaciones de Epstein, cuando ya había sido condenado por contratar servicios de prostitución de una menor de edad, y trató de ocultarlas, a pesar de que el MIT identificó a Epstein como un donante “descalificado”.

La exrecaudadora de fondos del MIT Media Lab, Signe Swenson, filtró los correos electrónicos que dejaron al descubierto a Ito, con la ayuda de Whistleblower Aid. Hemos hablado con ella para intentar comprender mejor cómo funcionaba la recaudación de fondos y cuáles eran las reglas para aceptar las donaciones.

Gran parte de lo que Swenson nos ha contado ya se había publicado en otros medios. La nueva aclaración clave es que ella asegura que la lista de “donantes descalificados” no solía prohibir el dinero de un donante, según las reglas del MIT, sino solo que se consideraba que esa persona probablemente no debería donar. También ha reiterado las afirmaciones, respaldadas por los correos electrónicos, de que al menos un oficial del MIT fuera ajeno al Media Lab conocía las donaciones de Epstein. (En un correo electrónico enviado como circular el jueves pasado, el presidente del MIT, Rafael Reif, reconoció que los altos cargos de la administración estaban al tanto de las donaciones de Epstein al Media Lab y habían acordado que se aceptaran de forma anónima).

¿Cuál era la situación entre el Media Lab y Epstein cuando usted empezó a trabajar ahí?

Me uní al Media Lab en mayo de 2014, pero la conciencia sobre Epstein existía de antes. Las donaciones anónimas de la fundación ya habían aparecido. Me di cuenta cuando me presenté al puesto, y empecé a recibir información sobre la relación con Epstein y los planes para recibir donaciones más grandes. Empezamos a tener discusiones sobre, bueno, ¿cómo podemos recibir mayores donaciones de Jeffrey Epstein? El plan para que [el fundador de Microsoft Bill] Gates y [el multimillonario de capital privado Leon] Black hicieran donaciones al MIT surgió de esas discusiones, y se convirtió en el método de donación de Epstein.

Joi y el personal de desarrollo sabían que, aunque la donación provenía de Gates y Black, el dinero era de Jeffrey. Cuando llegó al MIT, Joi se atribuyó el mérito de haber conseguido esos fondos para el laboratorio, y ayudaba a decidir cómo gastarlos.

Cuando se enteró de que Epstein hacía donaciones al Media Lab, le dijo a entonces director de desarrollo, Peter Cohen, que Epstein estaba en la lista de “donantes descalificados”. ¿Quién tiene acceso a esa lista y quién la mantiene? ¿Qué significa estar “descalificado”?

Solo el personal de desarrollo tenía acceso a esa lista. A un par de miembros del personal de apoyo y a mí nos encargaron cambiar el estado de los donantes, específicamente para los candidatos 1.0, que son los principales.

Era algo automatizado. Si alguien hace una donación, se coloca de inmediato en la categoría “mantener”, pero el estado “descalificado” era un estado manual. Si hubiera un candidato que lo había intentado tres veces, pero no había obtenido respuesta o la respuesta había sido negativa, según esos informes, alguien lo habría descalificado. Por lo general, [el término descalificado] solo indica que sería una pérdida de tiempo que un empleado de desarrollo trabajara esa relación.

De hecho [creo] que Epstein fue descalificado debido a la condena por pedofilia, pero esto no impidió que se recibiera su dinero. Los donantes habituales tienen una ficha y una lista de interacciones con el MIT. Su ficha de donante realmente solo tenía una nota y un enlace sobre la condena.

Entonces, ¿ser “descalificado” no quiere decir que la universidad prohíba esas donaciones? ¿Generalmente se refiere a la falta de respuesta a las solicitudes de financiación?

Sí. También podía haber sido que los propios donantes dijeron: “No estoy interesado en hablar con la gente de desarrollo”. No tengo ni idea de cuántas personas hay en esa base de datos. Solía ​​mirar únicamente a los 1.0, pero el sistema de calificación llega hasta el cinco. Cualquier persona multimillonaria estaba allí.

¿Y no hay distinción en la base de datos entre ser descalificado por no responder y ser descalificado por razones criminales?

No. Tendríamos que buscar en los registros de un donante específico para conocer los matices. Creo que fui yo quien realmente sacó a Jeffrey Epstein del estado de “descalificado” y lo asigné a Richard MacMillan. Si él fuera el gerente de donaciones, podía evitar que otros hicieran preguntas o recibieran notificaciones sobre la actividad de Epstein. Desde mi experiencia, no había una lista de “prohibidos”.

[Nota del editor: en ese momento, Richard MacMillan era el director general de grandes donaciones filantrópicas del MIT. Como informó ‘The Boston Globe’, MacMillan sabía que las donaciones de Epstein debían ser anónimas. MacMillan le dijo a ‘MIT Technology Review’ que, durante su tiempo en la universidad, “cualquier fondo de este individuo presentado al programa de desarrollo de donaciones habría sido rechazado”. El MIT no ha respondido a nuestras solicitudes de comentarios.]

Al parecer, Cohen ya sabía que Epstein era un donante descalificado. ¿Explicó por qué aceptó su dinero de todos modos?

No estoy segura exactamente. Creo que fue algo que se decidió antes de entrar yo al MIT, en 2012. Creo que fue una conversación entre algunos altos cargos directivos del departamento de desarrollo.

El profesor de derecho de la Universidad de Harvard (EE. UU.) Larry Lessig ha dado a entender que los altos cargos de la administración del MIT sabían y aprobaban que el Media Lab aceptara el dinero de Epstein. ¿Es eso cierto?

Para pequeñas donaciones, es posible que así fuera. Ese podía haber sido el acuerdo que se decidió como la mejor o la única forma para poder hacerlo. En cuanto los acuerdos de donación de Bill Gates y Leon Black, no son típicos, especialmente teniendo en cuenta la información adicional que yo conocía sobre las discusiones sobre Epstein y los favores.

¿Cuántas personas en el Media Lab sabían acerca de las donaciones de Epstein y qué pasos se estaban tomando para ocultarlas de los demás?

Era un secreto a voces. Intentamos mantener las conversaciones reales sobre el dinero lo más secretas posible, pero la gente se dio cuenta de que estaba en la órbita y que tenía una relación con Joi. Los detalles específicos y la situación con Gates y Black no se conocían tanto, pero Joi había estado hablando con la facultad para ver si existía interés en hablar directamente con Epstein. Hasta donde yo sé, nadie más que [el exprofesor del Media Lab] Ethan Zuckerman habló abiertamente en contra de la relación de Epstein, durante mi estancia allí.

Uno de los correos electrónicos pone que una donación de dos millones de dólares (1,8 millones de euros) debe atribuirse a Bill Gates. Gates ha negado categóricamente haber hecho donaciones a través de Epstein. ¿Puede aclararnos eso?

Los correos electrónicos muestran una conversación sobre [la donación] y específicamente una carta que vino de un miembro del personal de Gates para su compañía de investigación bgC3.

[Nota del editor: ‘MIT Technology Review’ ha revisado los correos electrónicos proporcionados por el CEO de Whistleblower Aid, John Tye. Incluyen una carta de noviembre de 2014 de Larry Cohen de bgC3 (ahora Gates Ventures) a Joi Ito en la que afirma que Gates donaría dos millones de dólares al Media Lab. No menciona a Epstein. En los correos electrónicos, tanto Ito como Peter Cohen de Media Lab se refieren al dinero de Gates como atribuciones de Epstein. Los portavoces de Gates aseguran que Epstein no tenía ninguna relación con Gates y que no realizó ninguna donación a través de él.]

¿Conoce algún otro caso en el que Media Lab aceptara dinero de un donante descalificado por razones criminales?

No, honestamente no se me ocurre nadie. Aunque a veces podíamos sacar como donante a una persona jubilada. De hecho, hay personas que han dicho: “Solo hago donaciones a este tipo de trabajo”, y si teníamos un área superpuesta, podíamos ver si había interés.

¿Por qué decidió dejar su trabajo?

Me fui en 2016 porque no era lo que pensaba que iba a ser. Creía que estaba encargada de guardar tantos secretos que sentía que mi trabajo estaba alejado de la misión del laboratorio. Durante mi estancia allí intenté alzar la voz cuando veía que algo iba mal o sugerir cambios, pero no me hicieron caso.

Con el arresto y el suicidio de Epstein, no dejé de pensar en esto. Cuando vi la declaración de Ethan Zuckerman sobre su dimisión y me di cuenta de que todavía tenía acceso a todos mis correos electrónicos, sentí el peso de la información. Nunca en mi vida pensé que sería denunciante y no tenía ni idea de lo que eso implicaría. Así empezó el debate sobre qué hacer con la información.

¿Qué cambios deberían hacerse en el Media Lab, o en la recaudación de fondos en general?

No solo el Media Lab sino el MIT en su conjunto deben ser más transparentes sobre toda la situación y de quién sabe qué y cuándo. Creo que la investigación realmente debe revelar eso y darlo a conocer a toda la sociedad. Debe haber un debate profundo sobre la ética y dónde trazar la línea y cómo se capacita el personal. ¿Cuáles son las campanas de alarma y cuántas tienen que sonar para que se actúe de verdad?

Empoderar al personal de soporte es algo importante porque nosotros somos los que generalmente conocemos el panorama completo. Mantenemos los datos. Y necesitamos recursos para defenderlos desde dentro, por lo que si están en una posición en la que pueden influir en algo, se podría acceder a esos recursos y protegerlos si hiciera falta que salgan fuera.

Fuente: technologyreview.es