Inteligencia Artificial, la tecnología que permite a la NASA hacer ciencia ‘sin ayuda humana’
Esta tecnología mejora la eficiencia de los análisis y permite realizar investigaciones de manera efectiva sin la intervención constante de controladores en la Tierra
Con la misión del rover Perseverance en Marte, la NASA ha dado un paso significativo hacia la integración de la inteligencia artificial (IA) en la ciencia espacial. Según los expertos, este avance no solo mejora la capacidad de los rovers para analizar datos en tiempo real, sino que también marca un hito en la forma en que exploramos y entendemos el planeta rojo.
Desde su llegada a Marte, en febrero de 2021, el rover Perseverance ha estado en una misión crucial: buscar signos de vida microbiana pasada y recolectar muestras para su posible regreso a la Tierra.
¿Cómo usa la NASA IA en la misión?
Parte fundamental de esta misión es el uso del instrumento Planetary Instrument for X-ray Lithochemistry (PIXL), un espectrómetro desarrollado por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA en California.
El PIXL utiliza rayos X para mapear la composición química de los minerales en la superficie de las rocas marcianas. La novedad en esta misión es la implementación de un software basado en IA que permite a PIXL tomar decisiones autónomas en tiempo real sobre qué minerales examinar más a fondo.
La tecnología no solo mejora la eficiencia del análisis, sino que también permite a Perseverance realizar investigaciones científicas de manera más efectiva sin la intervención constante de los controladores en la Tierra.
¿Cómo funciona el muestreo adaptativo?
El software de muestreo adaptativo en Perseverance realiza dos funciones principales:
- Ayuda a posicionar el PIXL cerca del objetivo rocoso. PIXL se encuentra al final del brazo robótico del rover y se monta sobre un hexápodo, una plataforma de seis patas robóticas.
- La IA ajusta automáticamente la posición del instrumento, compensando las variaciones térmicas que podrían afectar la precisión del dispositivo. Este ajuste a escala micrométrica garantiza que PIXL esté lo suficientemente cerca de la roca para realizar un análisis detallado, sin tocarla.
Una vez que PIXL está en posición, otro sistema de IA toma el relevo. PIXL realiza un barrido sobre un área del tamaño de un sello postal de la roca, disparando un haz de rayos X miles de veces para crear una cuadrícula de puntos microscópicos.
La IA analiza estos datos en tiempo real y, si encuentra minerales de interés, puede detener el análisis para realizar una “exposición prolongada” y recolectar más datos.
Curiosity también apuesta por la IA
El rover Perseverance no es el único en utilizar IA en Marte. Su predecesor, el rover Curiosity, ya había iniciado el uso de IA para detectar minerales en rocas mediante un láser.
De hecho, recientemente Curiosity pudo identificar la composición química de rocas al analizar los gases que se desprendían después de cada disparo del láser.
Ambos rovers, Curiosity y Perseverance, siguen dependiendo de docenas de ingenieros y científicos para planificar cada día de operaciones; sin embargo, las capacidades inteligentes de estos vehículos les permiten realizar más trabajo en menos tiempo, optimizando así las misiones de exploración.
El futuro de la exploración espacial
A medida que los vehículos exploran más allá del sistema solar, la comunicación con la Tierra se vuelve más limitada. Desarrollar más autonomía en estos rovers es crucial para maximizar la eficiencia de las misiones y obtener la mayor cantidad de datos posibles.
En el caso de Perseverance, la IA utilizada tiene el potencial de aplicarse a una variedad de campos científicos y tecnológicos. El principal objetivo de la misión es la astrobiología, incluyendo la búsqueda de signos de vida microbiana antigua. No obstante, el rover también caracteriza la geología y el clima pasado del planeta, preparando el camino para la exploración humana de Marte.
Fuente: fayerwayer.com