Hidrogeno almacenable en el bolsillo

Un grupo de investigación de la Universidad Waseda de Tokio en Japón ha desarrollado un polímero capaz de almacenar hidrógeno en una lámina ligera, compacta y flexible, siendo segura al tacto incluso cuando está llena de este gas.

Aunque hace ya muchos años que están en marcha investigaciones y desarrollos de tecnología encaminados a permitir que el hidrógeno se convierta en una fuente de energía importante para la humanidad, los métodos convencionales de almacenamiento y transporte de hidrógeno están acompañados por riesgos de seguridad, como por ejemplo el peligro de explosión.

Recientemente, se han estudiado como materiales de almacenamiento compuestos orgánicos que absorben hidrógeno debido a su capacidad de almacenarlo de manera estable y de liberarlo a través de enlaces químicos. Sin embargo, estos compuestos requieren vasijas o tanques mantenidos a alta presión y/o temperatura, y a menudo experimentan dificultades a la hora de liberar el gas hidrógeno. Una comercialización extendida del hidrógeno como fuente de energía necesita un sistema más seguro y eficiente para almacenarlo y transportarlo.

El grupo de investigación, liderado por Hiroyuki Nishide y Kenichi Oyaizu, desarrolló un polímero de cetona (fluorenona), que puede ser producido en forma de lámina delgada, y que puede fijar el hidrógeno a través de hidrogenación electrolítica simple en agua a temperatura ambiente. Además, el polímero de fluorenol puede liberar hidrógeno cuando es calentado a 80 grados centígrados con un catalizador acuoso de iridio. El grupo demostró, que bajo condiciones moderadas, el ciclo de fijado y liberación de hidrógeno puede ser repetido sin un deterioro significativo.

Las ventajas del polímero de cetona/alcohol incluyen facilidad de manipulación, buena moldeabilidad, gran robustez, baja toxicidad y que no es inflamable. Constituye un prometedor punto de partida hacia el desarrollo de un contenedor de plástico ligero y delgado que podamos llevar en el bolsillo. Se espera también que el nuevo material contribuya a la creación de sistemas distribuidos de energía, especialmente en áreas remotas.

Fuente: noticiasdelaciencia.com