Hacia las pantallas tan flexibles como una tela

Imaginemos un ordenador tableta tan potente como el que más, pero al mismo tiempo tan elástico que pueda ser estirado desde un tamaño mínimo a uno extragrande cuando nos interese que su pantalla sea grande. O un sensor de muñeca parecido a una goma elástica que mida nuestro ritmo cardiaco. O un papel con el que podamos empapelar una pared pero que al mismo tiempo sirva de pantalla electrónica.

 Estas son algunas de las aplicaciones posibles de una tela inteligente estirable desarrollada en el laboratorio de Chuan Wang en la Universidad Estatal de Michigan (MSU) en Estados Unidos. Y como el material puede ser producido mediante una impresora estándar, tiene un gran potencial para ser ventajoso en cuanto a coste sobre tecnologías actuales que implican un proceso de fabricación caro.

 “Muy posiblemente podremos hacer que los costes de producir electrónica flexible puedan compararse con los de imprimir periódicos”, aventura Wang.

 La tela inteligente está hecha de varios materiales fabricados a partir de materiales trabajados a escala nanométrica y de compuestos orgánicos. Estos compuestos son disueltos en una solución para producir las diferentes tintas electrónicas, que son usadas por la impresora para crear los dispositivos.

A partir de las tintas, Wang y sus colaboradores han conseguido crear el material elástico, el circuito y el diodo orgánico emisor de luz (OLED). El próximo paso es combinar el circuito y el OLED para obtener un píxel individual, lo cual Wang estima les llevará entre uno y dos años. Normalmente hay millones de píxeles bajo la pantalla de una tableta o una gran pantalla.

 Una vez que los investigadores consigan combinar el circuito y el OLED para dar forma a un píxel funcional, se podría ya comercializar la tela inteligente.

 Wang cree muy factible que dicha tela pueda plegarse y guardarse en el bolsillo sin que se rompa. Ello es una ventaja respecto a la tecnología actual más común de materiales electrónicos “flexibles”, que no pueden ser doblados, solo enrollados.

Fuente: noticiasdelaciencia.com