Este niño androide puede transmitir emociones

Nikola es un androide que transmite con éxito seis emociones básicas: felicidad, tristeza, miedo, ira, sorpresa y desagrado

Hay muchos robots capaces de realizar tareas humanas. Pero sólo unos pocos pueden transmitir emociones.

Nikola es un niño androide desarrollado por investigadores del Proyecto Robot Guardián de RIKEN (Japón) que puede mostrar seis emociones básicas gracias a los “músculos de la cara” integrados en su diseño. Hay 29 accionadores neumáticos que controlan los movimientos de los músculos artificiales, mientras que otros seis controlan los movimientos de la cabeza y los globos oculares. Los accionadores neumáticos se manejan con presión de aire, lo que hace que los movimientos sean silenciosos y suaves.

El nuevo estudio, publicado en Frontiers in Psychology, puso a prueba la capacidad de las personas para identificar las emociones de felicidad, tristeza, miedo, ira, sorpresa y desagrado generadas por Nikola. Se trata de las primeras pruebas sobre la calidad de las emociones expresadas por un androide.

Una persona certificada en Puntuación de Codificación de Acciones Faciales (FACS por sus siglas en inglés) fue capaz de identificar cada unidad de acción facial, lo que indica que las habilidades de Nikola se asemejan a las de un humano real. Una segunda prueba demostró que las personas normales podían reconocer las seis emociones prototípicas del rostro de Nikola, aunque con distinta precisión.

“Esperamos que el aumento de su capacidad de interacción emocional mejore el valor de los androides en futuras aplicaciones de la vida real”.

— Wataru Sato, investigador del Proyecto Robot Guardián de RIKEN

Aunque Nikola aún no tiene cuerpo, el objetivo final del Proyecto Robot Guardián es construir un androide que pueda asistir a las personas, especialmente a aquellas con necesidades físicas que puedan vivir solas.

“Los androides que pueden comunicarse emocionalmente con nosotros serán útiles en una amplia gama de situaciones de la vida real, como el cuidado de personas mayores, y pueden promover el bienestar humano”, explica Wataru Sato, del Proyecto Robot Guardián de RIKEN.

Metro habló con el investigador para saber más.

Emociones que Nikola puede transmitir

Entrevista

Wataru Sato investigador del Proyecto Robot Guardián de RIKEN

P: ¿Por qué decidieron crear un niño androide emocional?

  • Queríamos crear un androide que hiciera sentir a la gente el sentimiento. Creemos que la emoción es el núcleo del corazón humano.

P: ¿Cuáles son las principales características de este androide?

  • La principal característica de Nikola a partir de ahora serían sus ricos accionadores de músculos faciales, diseñados para implementar expresiones faciales emocionales similares a las humanas, basadas en pruebas psicológicas. Además, los ingenieros de robótica, los psicólogos y los investigadores de IA están colaborando e intentando implementar sentimientos similares a los humanos en Nikola.

P: ¿Cómo podría utilizarse este androide?

  • Esperamos que la principal aplicación de Nikola sea como herramienta de investigación para experimentos psicológicos sociales realistas pero controlados. Los cómplices se utilizan tradicionalmente en psicología social; aunque tienen varias ventajas que facilitan la interacción en vivo, entre sus graves desventajas está la dificultad para controlar los comportamientos no verbales de los cómplices. Los androides como Nikola, de apariencia y expresiones faciales similares a las de los humanos confidentes, representan valiosas alternativas a los cómplices humanos, capaces de realizar interacciones repetitivas y controladas en cualquier entorno y con cualquier participante.

P: ¿Qué utilidad tienen los androides capaces de comunicarse emocionalmente?

  • Por ejemplo, se informó de que un robot humanoide, controlado por manipuladores y que mostraba expresiones faciales de diversas emociones, era eficaz para reconfortar a personas mayores solitarias. Los investigadores comprobaron que el robot satisfacía las necesidades de los usuarios de establecer vínculos emocionales como entidad social, al tiempo que conservaba la sensación de privacidad como máquina. Esperamos que el aumento de su capacidad de interacción emocional mejore el valor de los androides en futuras aplicaciones de la vida real.

37 accionadores neumáticos controlan los movimientos de la cara de Nikola.

Fuente: fayerwayer.com