Elon Musk busca ahora un reto mayor con Neuralink: conseguir definitivamente que la gente pueda mover brazos robóticos con la implantación de un chip cerebral. El objetivo de Elon Musk es mejorar la movilidad de personas con problemas de salud
La tecnología ha crecido tanto durante el último lustro, que muchos inventos que parecían propios de las películas de ciencia ficción están más próximos que nunca (o directamente ya se han convertido en realidad). Sin ir más lejos, solo es necesario echar un vistazo a todos los avances de la inteligencia artificial, a los que tantas veces haya vuelto Hollywood en muchas de sus películas.
Sin embargo, hay gente que siempre quiere más. Y si existe alguien en el mundo que sabe qué es eso de ser ambicioso, ese es sin duda Elon Musk, la persona con más dinero que existe actualmente. El fundador de Tesla no solo quiere llevarnos a Marte o meter a su robot Optimus en cada casa, sino que también pretende que, gracias a Neuralink, la gente pueda mover brazos robóticos con la mente.
Elon Musk se pasa al ciberpunk
Hay una razón por la que, en estos momentos, Elon Musk tiene más dinero que nadie, a bastante distancia de sus multimillonarios competidores, Bill Gates, Jeff Bezos y compañía: la gente confía en él (al menos, la mayoría de ella, aunque también tenga sus detractores). Y lo más curioso de todo es que esta confianza se mantiene, a pesar de lo ambicioso de sus propuestas.
Es fácil darse cuenta de que Elon Musk responde a una máxima filosófica bastante antigua: si el ser humano es capaz de imaginar algo, antes o después también será capaz de construirlo. Solo que la principal diferencia entre Musk y lo que podrían considerarse filósofos teóricos, está en que el padre de Tesla también desea algo más: ser él mismo quien lleve a cabo todos los avances.
Básicamente, lo que pretende Elon Musk, a través de Neuralink, es desarrollar la tecnología para que personas con problemas de movilidad puedan controlar brazos robóticos con la mente mediante implantes cerebrales. Este avance se basa en interfaces cerebro-computadora (BCI) que decodifican señales neuronales y las traducen en movimientos, aunque suena a ciberpunk.
El objetivo inicial, por lo tanto, es asistir a personas con parálisis severa, permitiéndoles realizar tareas diarias de forma autónoma. Algo que ha sido la propia compañía de Elon Musk quien ha dado a conocer por medio, cómo no, de la propia red social del magnate, X (antes Twitter). ¿Realmente están tan cerca de lograrlo como parecen creer?
Los logros y desafíos de Neuralink
Tal y como Elon Musk y compañía han dado a conocer durante los últimos meses, Neuralink ya ha implantado chips en voluntarios humanos, e incluso parecen haberles permitido a sus pacientes realizar algunas tareas cotidianas sencillas con la mente. Un primer paso para su reto real: curar la ceguera o ayudar en su día a día a personas con enfermedades realmente complicadas.
Ahora, parece que se ha dado luz verde a un “ensayo de viabilidad” a que alguien pueda mover brazos robóticos sin más ayuda que un chip cerebral. Algo que desde la compañía han catalogado de “un primer paso para restablecer la libertad física”. De momento, no obstante, no se han revelado más detalles concretos.
Fuente: computerhoy.20minutos.es