El transporte terrestre sigue adaptándose a las nuevas condiciones
Las empresas de transporte están buscando la forma de sortear todas las nuevas condiciones de mercado que están haciendo de éste un sector en el punto de mira.
Al elevado precio de los combustibles, a la escasa entrada de profesionales al sector, a las condiciones por países en relación a las restricciones sanitarias y, ahora, a la velocidad de suministro en el mercado internacional, se une ahora también el reto de la digitalización para hacer del transporte un ejemplo pionero.
Durante los últimos años han ido adecuando los vehículos a la innovación, haciéndose con instalaciones de soluciones digitales que monitorizaran gran parte de su trabajo, gestionando de forma digital por ejemplo los cambios de conductor, los descansos, los papeles de la carga e incluso los permisos internacionales de tránsito.
Con el software de seguimiento de equipos que sirve también como rastreo de flota para las compañías, se han conseguido optimizar al máximo las rutas para que los remolques fueran el mayor tiempo posible con carga para mejorar el rendimiento de los kilometrajes.
Pero también es cierto que todo este tipo de soluciones mejora el rendimiento tanto de los trabajadores como de los procesos empresariales. Gracias a auditorías con los datos conseguidos, en el caso de los países latinoamericanos, se consigue mejorar la ruta buscando las más seguras, rápidas y donde más interés tengan los clientes.
“El sector está viviendo un constante cambio que se ha acelerado con la Covid-19. Hasta entonces se daba por hecho que solo era la carga, el conductor y el vehículo. Ahora, con las posibilidades de la conexión en remoto y el volumen de datos que pueden extraerse de las rutas, conducción y seguridad, se ha visto que es mucho más que solo un camión o furgoneta. Se trata de un servicio clave para el suministro a nivel internacional y gracias a los datos puede mejorar aún más sus resultados” explican desde Samsara.
Por ejemplo, gracias al rastreo de flotas, se puede conocer cuánto tardará en recepcionarse un envío. Pero también se podrá ayudar al conductor en tiempo real a tomar decisiones sobre cambios de ruta si las condiciones meteorológicas se complican o si hay más tráfico por la zona de paso.
A esto se suma la seguridad gracias a cámaras que no solo monitorizan la carga, sirviendo de dispositivos que previenen robos al saberse grabados y almacenando las imágenes en la nube, lo que hace que, pese a que intenten estropearlas, la grabación está a buen recaudo, permitiendo ayudar en la búsqueda de culpables y de la carga sustraída si finalmente se consiguió pese a las medidas de seguridad.
Pero se ha ganado también en seguridad para los trabajadores, que ven en los monitores el tiempo de conducción, el tiempo que falta hasta la siguiente área de descanso e incluso avisan cuando se incrementa el tiempo al volante, obligándose a tener que descansar. Cualquier distracción puede ser alertada, cualquier incidente, monitorizado. Así, se saben acompañados, aunque sea en remoto y pueden solicitar asistencia en tiempo real.