Si se tiene en cuenta la previsión de que la población mundial aumentará en casi 3.000 millones de personas para mediados del siglo, la demanda de alimentos y la superficie y la energía necesarias para producirlos, se disparará.
A menos que la humanidad descubra cómo cultivar muchos más alimentos en menos terreno, tendrá que convertir la superficie equivalente a dos Indias de bosques, pastizales y otros ecosistemas en campos agrícolas, según un nuevo estudio dirigido por los investigadores del World Resources Institute. La investigación afirma que este cambio en el uso del suelo, además, aumentaría las emisiones anuales en 15.000 millones de toneladas de CO2 y gases equivalentes, superando con creces los 4.000 millones de toneladas permitidas bajo los modelos que mantienen el calentamiento global por debajo de 2 °C sobre niveles preindustriales.
El informe, publicado por el Banco Mundial y las Naciones Unidas, asegura que la demanda mundial de alimentos aumentarán un 50 % para 2050, mientras que la demanda de productos de origen animal como la carne, la leche y los huevos subirá casi un 70 %. Producir esos 7.400 trillones de calorías adicionales sin aumentar el rendimiento a un ritmo más rápido de lo que tuvimos en el pasado requeriría convertir casi 600 millones de hectáreas de terreno adicional para uso agrícola.
Para solucionarlo, los investigadores han creado una lista de 22 objetivos y 10 tecnologías específicas que podrían ayudar a incrementar la producción de alimentos al tiempo que limitan la contaminación del aire.
Algunos de los objetivos generales incluyen reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos; aumentar la frecuencia de los cultivos en las tierras existentes; conservar las turberas, que liberan enormes cantidades de dióxido de carbono cuando se convierten en terreno de cultivo; reducir las emisiones de metano del ganado, que se producen principalmente en forma de eructos de vacas; y disminuir la contaminación producida por los fertilizantes, que representan casi el 20 % de las emisiones agrícolas.
Las tecnologías que podrían ayudar a lograr estos objetivos incluyen:
- Usar herramientas de edición genética como CRISPR para activar las características que aumentarían los rendimientos
- Empezar a usar los sustitutos de carne basados en plantas como los productos de Impossible Foods y Beyond Meat (TR10: La hamburguesa de vaca sin vaca)
- Aplicar aerosoles no tóxicos que creen una película protectora y otras tecnologías capaces de extender la vida útil de los alimentos, como los productos de Apeel Sciences
- Empezar a cultivar variedades de arroz que reducen el nivel de producción de metano en los arrozales
- Usar compuestos que impiden que los fertilizantes conviertan los microbios del suelo en óxido nitroso altamente potente
- Proporcionar suplementos al ganado para reducir sus emisiones de metano, como el producto desarrollado por el conglomerado holandés DSM
- Desarrollar variedades de cultivos que absorben más nitrógeno
- Usar alimentos para peces a base de algas que podrían reducir el uso de peces salvajes como alimento para peces cultivados
- Utilizar energía solar para producir el hidrógeno en fertilizantes basados en nitrógeno
- Aumentar el consumo de las variedades de gran rendimiento de árboles de palma aceitera, que producen un aceite ampliamente utilizado que ha ayudado a impulsar la deforestación
Las conclusiones chocan con el apoyo a la agricultura sostenible, que para muchos consiste en pequeñas fincas locales que rechazan las modificaciones genéticas y emplean prácticas tradicionales u orgánicas, las cuales, generalmente tienen rendimientos bastante más bajos. Esto se debe a que, desde la perspectiva del cambio climático, debemos encontrar formas de producir la mayor cantidad posible de alimentos en la misma cantidad de terreno de cultivo, o incluso menor. A lo largo de la historia, lograr ese objetivo ha requerido tecnologías agrícolas cada vez más sofisticadas. No cabe duda de que si queremos seguir alimentando a una población en aumento sin fomentar el aumento de temperaturas necesitaremos más de lo mismo.
Fuente: technologyreview.es