Tal y como os hemos contado en múltiples ocasiones, ya que forma parte de su historia y cultura, Japón es uno de los países más preparados y con mejor tecnología anti-terremotos en sus construcciones. El motivo es evidente, se trata de una de las naciones más castigadas por los desastres naturales de esta índole, contando en su historia con algunos de los terremotos más mortíferos de la historia. Movimientos de escalas masivas y consecuencias derivadas, como grandes tsunamis, que han provocado miles de muertos en los últimos siglos.

No hablamos sólo de terremotos recientes, como el Gran terremoto de Japón oriental, sucedido en la costa de Tōhoku en 2011 y que provocó el fallecimiento de 15.000 personas y más de 2.000 desaparecidos -pese a las medidas de seguridad-. El gran terremoto de Kantō de 1923, uno de los peores de la historia, provocó más de 105.000 fallecidos y 37.000 desaparecidos.

Las más de 3.000 islas e islotes de Japón se sitúan en una franja de 3.700 kilómetros sobre el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico. Este anillo se extiende por una zona de 40 000 km en América y Asia, con el 75% de los volcanes activos del mundo. Alrededor del 90 % de los terremotos del mundo se producen en países sobre este gran anillo – con forma de herradura-. Este es el motivo por el que en el país del sol naciente se producen más de 5.000 movimientos sísmicos al año, aunque no todos son apreciables por el hombre. Pese a esto, la media es de 2 a 3 terremotos perceptibles al día.

Japón ha aprendido a convivir con esta característica del país, y ahora las construcciones más modernas están preparadas para soportar cualquier movimiento sísmico importante. Cada día las empresas niponas trabajan en sistemas más seguros para construir edificios capaces de soportar los terremotos, con ideas más o menos útiles y aplicables. Recientemente se ha compartido por medio de las redes sociales la casa perfecta japonesa para los amantes de la lectura.

Los arquitectos de Shinsuke Fujii han diseñado una casa con un amplio espacio de almacenaje, que en realidad ocupa toda la pared lateral de la casa. Esta estantería gigante está preparada para los efectos de los terremotos, inclinándose ligeramente hacia atrás y hacia abajo.

Se trata de una estantería/pared preparada para evitar que su contenido se caiga en caso de un terremoto; la caída de objetos en interiores y exteriores es uno de los elementos más peligrosos cuando se está produciendo un terremoto. Lo mejor de todo es que esta inclinación, que evitará que nuestros libros salgan volando con un seísmo, provoca que ni siquiera necesitemos una escalera para llegar a la parte más alta. ¡Solo debes trepar por ella!

Se trata de una casa real de Yokohama, cuyos dueños sufrieron las consecuencias de un terremoto. Decidieron pedir la construcción de un método para evitar que los terremotos pudieran destrozar sus enseres, y los arquitectos diseñaron esta pared inclinada.

Fuente: atresmedia.com