Un grupo de 16 estudiantes de Ingeniería Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey desarrolló un prototipo de robot sanitizante para desinfectar espacios cerrados, el cual es capaz de eliminar el Covid-19.
En conjunto con la empresa Fluxing, que brinda soluciones de productividad en la industria, los estudiantes buscaron la mejor solución de automatización y robótica, con los conocimientos adquiridos hasta el momento en la carrera, para la creación del dispositivo.
La desinfección que realiza el robot se basa en sensores que detectan la presencia de personas en un lugar cerrado y, una vez que el sitio está vacío, el robot es capaz de activar la luz ultravioleta para trabajar y evitar afectaciones en las personas.
Los alumnos pusieron sensores de proximidad que detectan la cercanía de un cuerpo y programaron microcontroladores de manera que puedan recibir señales de entrada y generar una acción en respuesta, expresó Cristóbal Ochoa, director de la carrera en Mecatrónica del Tec.
“Los sensores permiten que al detectar un movimiento dentro del cuarto se desactive la luz (ultravioleta) que puede ser dañina para el cuerpo humano o un animal”, explicó el director en entrevista con Grupo REFORMA.
El dispositivo aún se alimenta de la corriente eléctrica normal, pero se prevé que funcione con baterías en próximas fases del desarrollo, agregó Ochoa.
Se estima que en 12 meses se haya terminado el prototipo final para ponerse en marcha en lugares concurridos.
Los planes de los estudiantes son continuar con el desarrollo y perfeccionamiento del dispositivo para posteriormente apostar por la implementación del robot en escuelas de escasos recursos para desinfectar espacios.
También podría integrarse en programas de desinfección de transportes públicos.
De acuerdo con el director, el proyecto que nació durante la pandemia ha tenido retos adicionales, pues al haber distanciamiento social, los avances han sido un poco más lentos.
“Fue un reto muy fuerte para profesores y alumnos, pero este esfuerzo mayor se vio reflejado en un resultado satisfactorio”, expresó.
“Fue muy bueno que aún en contingencia y enclaustrados en casa pudimos lograr algo. La parte contraria fue que al tener limitado el uso de laboratorios y el trabajo presencial en equipos el avance fue más lento”, concluyó Ochoa.
Fuente: Agencias