La nueva investigación destaca el papel crítico del sistema inmune en el proceso del envejecimiento

Los investigadores del instituto de Buck y de la universidad de Stanford han creado un reloj inflamatorio del envejecimiento (iAge) que mide la carga inflamatoria y predice la multi-morbosidad, la fragilidad, la salud inmune, el envejecimiento cardiovascular y también se asocia a longevidad excepcional en centenarians.

Utilizando el aprendizaje profundo, una forma de IA, en estudios del inmunoma sanguíneo de 1.001 personas, los investigadores también identificaron una quimioquina modificable asociada con el envejecimiento cardíaco que se puede utilizar para la detección temprana de la patología relacionada con la edad y proporciona un objetivo para las intervenciones.

“Las métricas inmunes estándar que se pueden utilizar para identificar a los individuos que más en riesgo de desarrollar enfermedades crónicas solas o aún múltiples del envejecimiento han estado careciendo mucho,” han explicado los investigadores, a la vez que han señalado que “traer biología a nuestro acercamiento totalmente imparcial nos permitió identificar un número de métricas, incluyendo una pequeña proteína inmune que esté implicada en la inflamación crónica sistémica relativa a la edad y el envejecimiento cardiaco. Ahora tenemos medios para detectar la disfunción y una vía de intervención antes de que ocurra la patología en toda regla”.

El estudio identificó la quimioquina soluble CXCL9 como el mayor contribuyente a iAge

Concretamente, el estudio identificó la quimioquina soluble CXCL9 como el mayor contribuyente a iAge. Los investigadores lo han descrito como una pequeña proteína inmune que generalmente se llama a la acción para atraer linfocitos al sitio de una infección. “Pero en este caso, demostramos que CXCL9 regula al alza múltiples genes implicados en la inflamación y está implicado en la senescencia celular, el envejecimiento vascular y la remodelación cardíaca adversa”, han subrayado, añadiendo que el silenciamiento cxcl9 revirtió la pérdida de función en el envejecimiento de las células endoteliales tanto en humanos como en ratones.

Mayores implicaciones para iAge

Los resultados del análisis inicial, que también incluyó información de evaluaciones clínicas integrales de salud de 902 individuos, se validaron en una cohorte independiente de centenarios y mortalidad por todas las causas en el Estudio del Corazón de Framingham.

Según el equipo, cuando se trata de salud y longevidad, la “edad” del sistema inmunológico sin duda supera la información cronológica que se puede derivar de una licencia de conducir. “En promedio, los centenarios tienen una edad inmune que es 40 años más joven de lo que se considera ‘normal’ y tenemos un valor atípico, un hombre súper saludable de 105 años (que vive en Italia) que tiene el sistema inmunológico de un joven de 25 años”, han detallado.

Los resultados del estudio que implicaron salud cardiaca también fueron validados en un grupo separado de 97 adultos extremadamente sanos (edad 25 – 90 años de edad). En este caso, los investigadores encontraron una correlación entre CXCL9 y los resultados de las pruebas de velocidad de la onda de pulso, una medida de la rigidez vascular.

“Todas estas personas están sanas de acuerdo con todas las pruebas de laboratorio y evaluaciones clínicas disponibles, pero al usar iAge pudimos predecir quién es probable que sufra de hipertrofia ventricular izquierda (un agrandamiento y engrosamiento de las paredes de la cámara de bombeo principal del corazón) y disfunción vascular”, han indicado.

La herramienta se puede utilizar además para rastrear el riesgo de alguien de desarrollar múltiples enfermedades crónicas mediante la evaluación del daño fisiológico acumulativo a su sistema inmunológico.

Conexioón entre la salud inmune y el envejecimiento

En 2013, un grupo de investigadores que estudiaban el envejecimiento identificó nueve “sellos distintivos” del proceso de envejecimiento.

La disfunción relativa a la edad del sistema inmune no era parte de la mezcla. “Cada vez está más claro que tenemos que prestar más atención al sistema inmunológico con la edad, dado que casi todas las enfermedades relacionadas con la edad tienen inflamación como parte de su etiología”, han subrayado.

En este sentido, han puntualizado, “si estás crónicamente inflamado, tendrás inestabilidad genómica, así como disfunción mitocondrial y problemas con la estabilidad de las proteínas. La inflamación crónica sistémica desencadena el desgaste de los telómeros, así como alteraciones epigenéticas. Está claro que todos estos nueve sellos son, en general, desencadenados por tener inflamación crónica sistémica en su cuerpo”.

Fuente: consalud.es