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Consiguen una memoria molecular que trabaja a alta temperatura

Investigaciones de vanguardia de la Universidad de Sussex en materiales de almacenamiento de información magnética han resultado en un nuevo imán de molécula única que trabaja a alta temperatura.

Se trata de un tipo de material que retiene la información magnética hasta una temperatura de bloqueo característica, lo que puede aumentar la capacidad de los discos duros.

En un artículo sobre su trabajo que se publica en la revista ‘Science’, el profesor Richard Layfield y sus co-autores explican cómo diseñaron y sintetizaron exitosamente el primer SMM con una temperatura de bloqueo superior a 77 K, el punto de ebullición del nitrógeno líquido, que es barato y fácil de conseguir. Anteriormente, solo era posible sintetizar SMM con temperaturas de bloqueo alcanzables mediante enfriamiento con helio líquido, que es caro y escaso.

El profesor de química Richard Layfield, afirma en un comunicado: «Los imanes de una sola molécula se han atascado firmemente en el régimen de temperatura de helio líquido durante más de un cuarto de siglo. Habiendo propuesto previamente un plano de la estructura molecular de un SMM de alta temperatura, ahora hemos refinado nuestra estrategia de diseño a un nivel que permite el acceso al primer material de este tipo».

«Nuestro nuevo resultado es un hito que supera un gran obstáculo para el desarrollo de nuevos materiales de almacenamiento de información molecular y estamos entusiasmados con las perspectivas de avanzar aún más en el campo», añade. Las SMM son moléculas capaces de recordar la dirección de un campo magnético que se les ha aplicado durante periodos de tiempo relativamente largos una vez que el campo magnético se apaga.

Como tal, uno puede ‘escribir’ información en moléculas que llevan a las SMM a tener varias aplicaciones potenciales, como medios de almacenamiento digital de alta densidad y como partes de microprocesadores en computadoras cuánticas. Sin embargo, las aplicaciones prácticas se han visto obstaculizadas en gran medida por el hecho de que los SMM funcionan solo a temperaturas extremadamente bajas.

Sus propiedades de memoria intrínseca a menudo desaparecen si se calientan unos grados por encima del cero absoluto (-273° C), lo que significa que las SMM solo pueden estudiarse en condiciones de laboratorio enfriándolas con helio líquido. El descubrimiento del primer SMM de alta temperatura significa que se podrían hacer desarrollos en el futuro para aumentar enormemente la capacidad de almacenamiento de los discos duros sin aumentar su tamaño físico.

Fuente: europapress.es