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China recupera con éxito su primera nave espacial reutilizable

El prototipo experimental aterrizó tras pasar dos días en órbita

China lanza y recupera con éxito la primera nave espacial reutilizable diseñada por el país tras dos días en órbita. Así lo dio a conocer ayer la agencia de noticias estatal Xinhua, según la cual el éxito de la misión marca un importante avance para el desarrollo de este tipo de vehículos y se espera que ofrezca un transporte menos costoso al espacio.

El prototipo experimental despegó a bordo de un cohete Long March-2F el pasado 4 de septiembre desde el Centro Espacial de Jiuquan, en el noroeste de China, afirma Xinhua. En un comunicado anterior relativo al momento del lanzamiento, el medio explicaba que, durante el vuelo, se probarían tecnologías reutilizables “que permitirán brindar soporte tecnológico para el uso pacífico del espacio”.

China ya anunció hace tres años que en el 2020 lanzaría una nave espacial reutilizable que volaría como un avión con capacidad para transportar tanto carga material como personas y que permitiría aumentar la frecuencia de los lanzamientos a un menor precio.

Sin embargo, el secretismo ha rodeado la misión y los medios estatales aún no han publicado imágenes o vídeos tanto del lanzamiento como del aterrizaje. Tampoco se han dado detalles sobre qué tecnologías se han probado. Según el diario hongkonés South China Morning Post, tantas reservas a la hora de facilitar información se fundamentan en asegurar la seguridad de la misión.

Diversas fuentes, entre las que se incluyen el rotativo chino así como medios especializados como Space , especulan sobre la posibilidad de que la nave espacial resulte similar al vehículo X-37B de la Fuerza Aérea de Estados Unidos -un proyecto en el cual destaca también su opacidad. Se trata de un avión espacial autónomo fabricado por Boeing que puede permanecer en órbita durante más de un año antes de volar de regreso a la Tierra por sí solo. Su diseño se basó en el empleado dentro del programa de transbordadores espaciales estadounidenses que, vigente desde 1981 hasta 2011, también permitió reutilizar vehículos de transporte y llevó a cabo 135 misiones.

En los últimos años, China se encuentra sumergida en un ambicioso programa espacial. En enero del 2019 logró el hito de convertirse en el primer país en poner una sonda en la cara oculta de la Luna. En junio de este año completó la red de satélites de su sistema de geoposicionamiento Beidou (BDS), su alternativa al estadounidense GPS. Su último gran logro fue el lanzamiento el pasado julio de su primera sonda no tripulada a Marte, misión que, de resultar exitosa, convertirá a China en la segunda nación en aterrizar en la superficie marciana después de Estados Unidos.

Fuente. lavanguardia.com