La propuesta de esta nave “ultragrande” tiene varios objetivos; entre ellos, lograr la permanencia humana en el espacio a largo plazo
La Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China (NSFC) ha propuesto a sus científicos estudiar el proyecto de una “nave espacial ultragrande con un tamaño del orden de kilómetros”.
Con este proyecto, que tendrá una duración de cinco años, se pretende averiguar la viabilidad de tal construcción. De concretarse, sería el plan más ambicioso del actual programa espacial chino, que ya cuenta con una estación espacial propia en pleno ensamblaje en la órbita terrestre y misiones operativas en la Luna y Marte.
“[Una nave espacial de este tipo] es un importante equipo aeroespacial estratégico para el uso futuro de los recursos espaciales, la exploración de los misterios del universo y la permanencia en órbita a largo plazo”, indica el resumen del nuevo proyecto adjuntado en el comunicado de la NSFC, un organismo de financiación gestionado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Este es uno de los 10 esquemas de investigación publicados en agosto por el departamento de ciencias físicas y matemáticas de la fundación, que financiará cinco de ellos con un límite de 2,3 millones de dólares cada uno.
De acuerdo con el documento, el colosal tamaño y el peso estructural de semejante nave espacial harían imposible su construcción para un único lanzamiento. Por tanto, proponen un diseño por módulos, los cuales deban ser enviados al espacio para ser ensamblados en la órbita terrestre.
Los investigadores que tomen el proyecto deberán idear una forma de minimizar el peso de toda la estructura para “reducir el número de lanzamientos y los costos de construcción”.
Asimismo, tendrán que hacer un diseño que permita controlar la estructura de tal manera que se limite la deriva de su orientación, la deformación y la vibración durante el proceso de ensamblaje, detalla el esquema.
Por último, los expertos a cargo deberán realizar una simulación en tierra de la dinámica y control de todo el proceso de montaje en el espacio, así como el comportamiento en órbita de la nave espacial ya ensamblada.
No obstante, en caso de que el proyecto tenga éxito, llevarlo a la realidad requerirá mucho más que ingenio.
Por ejemplo, la Estación Espacial Internacional (ISS), la mayor estructura artificial construida por los humanos (110 metros de largo) y puesta en órbita, tuvo que ser ensamblada tras 42 lanzamientos durante muchos años y un enorme costo ($ 150.000 millones) para sus participantes (EE. UU., Canadá, Unión Europea, Rusia y Japón).
Aún es pronto para especular sobre el costo y las características de la eventual “nave espacial ultragrande” de China, ya que el documento de la NSFC no ofrece más detalles sobre los objetivos de esta estructura.
Sin embargo, tener en órbita semejante estructura sería determinante para el dominio espacial del gigante asiático, que ya anunció planes para lanzar misiones tripuladas a Marte en 2033 como parte de un proyecto a largo plazo para construir una base permanente en el planeta rojo.
Fuente: larepublica.pe