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Vinculan raras alteraciones del ADN a la diabetes tipo 2

Un consorcio internacional de científicos ha analizado genes codificantes de proteínas de cerca de 46.000 personas, vinculando alteraciones raras del ADN con la diabetes tipo 2. El estudio incluye datos de personas de ascendencia europea, afroamericana, hispana/latina, del este de Asia y del sur de Asia.

De esta gran cohorte, aproximadamente 21.000 personas con diabetes tipo 2 y 25.000 controles sanos, los investigadores identificaron cuatro genes con variantes raras que afectan al riesgo de diabetes. Los datos sugieren que se identificarán cientos de genes más en el futuro.

Estos genes y las proteínas que codifican son objetivos potenciales para nuevos medicamentos y pueden guiar a los investigadores a comprender y tratar mejor las enfermedades. Todos los resultados del equipo están disponibles públicamente en línea a través del Portal ‘Type 2 Diabetes Knowledge’ (conocimiento de la diabetes tipo 2) lo que permite a los científicos de todo el mundo acceder y utilizar la información para su propia investigación.

“Estos resultados demuestran la importancia de estudiar grandes muestras de individuos de una amplia gama de ancestros”, afirma el autor principal del estudio, Michael Boehnke, profesor de Bioestadística y director del Centro de Genética Estadística de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos. “La mayoría de los estudios sobre población se centran en individuos de ascendencia europea, y eso puede dificultar la generalización de los resultados a nivel mundial. Cuanto más diversa sea la cohorte para una ciencia mejor y más informativa”, agrega.

“Ahora, tenemos una imagen actualizada del papel de las raras variaciones de ADN en la diabetes”, dice el primer autor del estudio, Jason Flannick, profesor asistente de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). “Estas variantes raras ofrecen potencialmente un recurso mucho más valioso para el desarrollo de fármacos de lo que se pensaba anteriormente. Podemos detectar evidencia de su asociación a la enfermedad en muchos genes que podrían ser atacados por nuevos medicamentos o estudiados para comprender los procesos fundamentales que subyacen a la enfermedad”, agrega Flannick, también de la División de Genética y Genómica del Hospital Infantil de Boston, y miembro asociado del Instituto Broad Institute del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y Harvard.

Otros autores principales son Mark McCarthy, profesor de Medicina Diabética en la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y José Florez, jefe de la División de Endocrinología y Unidad de Diabetes en el Hospital General de Massachusetts, profesor de Medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y director del grupo de investigación de Diabetes en el Instituto Broad. Los resultados del estudio se detallan en un artículo sobre el trabajo publicado este miércoles en la revista ‘Nature’.

Una preocupación global

Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 400 millones de personas en todo el mundo tienen diabetes. La gran mayoría de estos casos son de tipo 2. Se estima que la diabetes es la séptima causa de muerte en todo el mundo. Aunque los investigadores han sabido que los factores del estilo de vida y el medio ambiente juegan un papel muy importante en la diabetes tipo 2, es esencial comprender más a fondo los mecanismos biológicos que impulsan la enfermedad.

Para este estudio, los investigadores secuenciaron lo que se llama “exoma”, es decir, solo aquellas regiones en el genoma que codifican proteínas. Otro enfoque para encontrar variantes asociadas a la enfermedad se denomina estudio de asociación de genoma amplio o GWAS, por sus siglas en inglés. Este enfoque puede ser muy eficaz para encontrar variantes de enfermedades comunes en todo el genoma, pero puede pasar por alto las variantes menos comunes del exoma. Y esto es clave, ya que, aunque las variantes raras del exoma son extremadamente difíciles de detectar, pueden proporcionar información invaluable sobre los genes relacionados con la enfermedad, lo que a su vez puede sugerir nuevos objetivos farmacológicos.

Por esta razón, los científicos pretenden elevar el tamaño de las muestras en estudios futuros. Con una cohorte de casi 50.000, este puede ser el estudio de secuenciación del exoma más grande de la diabetes tipo 2, pero como los autores indican en el artículo, es posible que se necesiten tamaños de muestra que oscilen entre 75.000 y 185.000 casos para identificar incluso aquellas variantes raras con el mayor impacto.

“Es fundamental recordar que solo porque estamos examinando variantes en el ADN codificante de proteínas, no conseguimos una ruptura en el número de muestras necesarias para detectar un efecto significativo”, dice José Florez. “Los efectos de estas variaciones pueden ser poderosos, pero debido a que son muy raros, todavía necesitamos incrementar el tamaño de la muestra para obtener realmente ideas convincentes”, concluye.

Fuente: infosalus.com